Ucrania y Rusia concretaron un nuevo intercambio de prisioneros de guerra heridos o enfermos, en medio de una prolongada ofensiva militar rusa y negociaciones diplomáticas estancadas.
El acuerdo representa el único avance visible tras semanas de enfrentamientos. Ninguno de los gobiernos precisó cuántos soldados fueron liberados, aunque difundieron imágenes de su repatriación, entre banderas, abrazos y homenajes militares.
Este gesto humanitario forma parte de la tercera fase de contactos bilaterales iniciados en Estambul a principios de junio. Las negociaciones también incluyeron la repatriación de cuerpos de combatientes caídos.
Según fuentes oficiales ucranianas, los prisioneros liberados tenían entre 22 y 59 años, y algunos llevaban cautivos desde los primeros días de la invasión rusa, iniciada en 2022.
Sin embargo, el conflicto continúa. Rusia mantiene ofensivas sobre Sumy, y bombardea ciudades clave como Kiev, Odesa y Járkov. En esta última, 14 civiles resultaron heridos por ataques con drones. En respuesta, Ucrania intensificó los ataques transfronterizos, uno de los cuales dejó un niño muerto en la ciudad rusa de Bélgorod.
Por otro lado, el presidente Volodimir Zelenski expresó su deseo de reunirse con Donald Trump durante la cumbre del G7 en Canadá, para solicitar más sanciones contra Moscú. El exmandatario estadounidense declaró sentirse “muy decepcionado” con ambas naciones.
A pesar de la ausencia de diálogo político formal, los intercambios de prisioneros ofrecen una mínima esperanza diplomática en un conflicto que ya supera los tres años de duración.