La llegada de remesas a México se desplomó en junio, por tercer mes consecutivo, registrando la peor caída porcentual en casi 13 años, de acuerdo con los últimos datos del Banco de México.
Durante el sexto mes de 2025, se recibieron 5 mil 201 millones de dólares, lo que representa una disminución del 16.2% respecto al mismo mes del año anterior. Esta contracción es la más pronunciada desde septiembre de 2012, encendiendo alertas económicas y sociales en todo el país.
La baja en los envíos de dinero desde el extranjero, en especial desde Estados Unidos, se da en un contexto de presión creciente por las políticas antimigratorias aplicadas por el presidente Donald Trump, que desde enero ha recrudecido su discurso y operativos contra migrantes, en particular los de origen mexicano.
Solo en junio, el número de operaciones bajó 14.3% interanual, alcanzando apenas 12.7 millones de transacciones. Además, el envío promedio por operación cayó 2.2%, situándose en 409 dólares.
El acumulado de remesas entre enero y junio de 2025 fue de 29 mil 576 millones de dólares, es decir, un descenso del 5.6% frente al mismo periodo de 2024. En términos netos, el país dejó de recibir 1,750 millones de dólares respecto al primer semestre del año pasado, cuando se registraron 31 mil 326 millones, una cifra histórica.
Las remesas representan cerca del 4% del PIB nacional y son, desde hace años, una de las principales fuentes de ingreso para millones de hogares. La caída sostenida pone en riesgo a comunidades enteras que dependen de estos recursos para subsistir, especialmente en estados como Michoacán, Oaxaca, Puebla y Zacatecas.
En los primeros seis meses del año, el envío promedio de dinero de los connacionales pasó de 393 dólares a 388, una baja del 1.3% que podría acentuarse en el segundo semestre si las condiciones migratorias en EE.UU. se vuelven aún más restrictivas.

