La presencia del Coronavirus aumenta los niveles de ansiedad, con efectos inmediatos en nuestra salud mental, además el sentimiento constante de alerta y amenaza genera consecuencias en la forma en que se relacionan las personas.
Roberto Casales-García, director de la Facultad de Filosofía de la Upaep, que la amenaza de la enfermedad también puede volver a la gente más desconfiados hacia los desconocidos, es decir, que sienten miedo al contagio.
“El miedo al contagio despierta actitudes evolutivas profundamente arraigadas que pueden llevarnos, a mostrarnos más conformistas, y a aceptar peor las diferencias. De esta forma, nos volvemos menos tolerantes y nuestras actitudes sociales se tornan más conservadoras”, dijo
Casales García, indicó que mostrar valentía no significa necesariamente que no estén asustados, sin embargo esta pandemia ha puesto a la sociedad a enfrentar una realidad nunca vista y por eso lo que ocurre en el cerebro es que no sabe cómo reaccionar ante lo imprevisto.
“Es un claro ejemplo de que no podemos controlar cómo nos sentimos, pero sí podemos aprender a gestionar y a aceptar nuestras emociones tal como vengan, sin atribuirles un juicio o sentirnos mal, porque quizás la tristeza no es lo que esperabas sentir, lo más importante”, concluyó.