Una presidencia de Joe Biden podría restablecer los lazos con México, uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, que ha sufrido desde que Donald Trump lanzó su primera candidatura a la Casa Blanca, acusando a los migrantes mexicanos de violadores y traficantes de armas y prometiendo mantenerlos lejos con un muro fronterizo.

Biden, quien ocupó la vicepresidencia con Barack Obama, fue declarado vencedor de las elecciones presidenciales de Estados Unidos por las principales cadenas de televisión el sábado, a pesar de que el presidente Trump ha lanzado repetidos reclamos de fraude.

El demócrata se ha comprometido a detener la construcción del muro de Trump y seguir una política migratoria mucho más “humana” en línea con la que propugna el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador.

Bajo Trump, México ha tenido que sortear las abruptas demandas de contener la migración ilegal o enfrentarse a una caída de más de 600 mil millones de dólares en comercio bilateral anual.

López Obrador se ha adherido a los dictados migratorios de Trump, forjando una relación incómoda de cierta conveniencia mutua. A cambio, el mandatario mexicano se abrió espacio para cambiar las reglas sobre la inversión del sector energético.

Diplomáticos, políticos y expertos en política exterior creen que Biden dejaría atrás la política arriesgada y la coerción abierta.

No habrá más ‘bullying’. No se utilizará más el púlpito de la Casa Blanca para acosar a México, ya sea en la agenda comercial o en cualquiera de las otras agendas”, dijo Andrés Rozental, exsubsecretario de Relaciones Exteriores de México.

“Regresaremos a una relación más normal. Con problemas y disputas comerciales y otras cosas”, incluida la seguridad, dijo. “Pero serán tratados de la misma manera que en el pasado”.

La Casa Blanca no respondió a una solicitud de comentarios sobre el trato de Trump a México.

A pesar de las propuestas conciliadoras de Biden sobre la migración, funcionarios mexicanos reconocen que no querrá enfrentar un aumento repentino de migrantes. Entonces México mantendría un control firme de su frontera sur, dicen.

Para complicar las cosas, las tensiones han salido a flote tras la detención el mes pasado de un exsecretario de Defensa mexicano en Los Ángeles, a solicitud de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

México ha expresado públicamente su disgusto por haber sido relegado de la operación para arrestar al exjefe del Ejército Salvador Cienfuegos por cargos de narcotráfico, y López Obrador dijo esta semana que quiere revisar la cooperación entre ambos países en política antinarcóticos.

“Este es uno de los desafíos más directos a la relación sinérgica, estratégica y prospectiva que se ha estado desarrollando entre México y Estados Unidos”, dijo Arturo Sarukhán, exembajador de México en Washington.

PRESIÓN SOBRE POLÍTICA ENERGÉTICA

Biden también enfrenta presión para moderar el impulso de López Obrador para dar más fuerza a las empresas de energía estatales mexicanas a expensas de las firmas privadas, lo que ha puesto en duda miles de millones de dólares en inversión extranjera.

Tanto los grupos empresariales mexicanos como estadounidenses esperan que Biden exhorte a López Obrador a respetar sus contratos, y los litigios relacionados con el tema ya amenazan con crear problemas para México.

López Obrador ha dicho que trabajaría con quien gane las elecciones, aunque molestó a algunos demócratas estadounidenses al hacer su única visita al extranjero como presidente a Trump en la Casa Blanca en julio, prodigándolo de elogios, imágenes que se convirtieron en parte de su campaña a la reelección.

Pero aquellos cercanos a López Obrador aseguran que el mexicano siempre fue cauteloso, viendo a Trump como peligrosamente impredecible y susceptible de volverse contra el país latinoamericano en cualquier momento si le convenía.

Muchos funcionarios en México esperan en privado que los temas diplomáticos vuelvan a caminos institucionales más tradicionales.

“Ningún partido es miel sobre hojuelas para México”, dijo Gabriela Cuevas, legisladora y experta en política exterior del partido de López Obrador. Pero Biden parece estar mucho más comprometido con una agenda ambiental multilateral que Trump, lo que beneficiará a México a largo plazo, agregó.

“Será positivo tener una voz mucho más preocupada por lo que suceda en el planeta al frente de un país tan importante como Estados Unidos”, sostuvo Cuevas.

 

 

EFVE

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