Con una profunda vocación de servicio, la doctora Paola Meza Santoscoy ha dedicado buena parte de su carrera al estudio de nuevas estrategias para el tratamiento de la epilepsia, a través del modelo del pez cebra, tanto en la Universidad de Sheffield, en Reino Unido, como en la Universidad de Calgary, Canadá, donde actualmente se desempeña en la investigación clínica con pacientes pediátricos. Egresada de la Licenciatura en Biomedicina de la BUAP, reconoce que esta casa de estudios fue determinante en su vocación, además de brindarle las bases para lograr sus objetivos profesionales.
Originaria del Estado de México, la doctora Meza Santoscoy siempre se sintió atraída por la ciencia, pero fue en el 2000 cuando se anunció al mundo cómo científicos lograron secuenciar el primer borrador del 90 por ciento del genoma humano. El tema despertó aún más el interés de la entonces estudiante de preparatoria. “Cuando escuché lo del genoma me interesó mucho, desde entonces pensé que quería hacer algo así, me llamaba la atención contribuir a través de la ciencia”.
Después de explorar algunas opciones, optó por Biomedicina en la BUAP, una decisión que a la distancia califica como la más acertada. Lo que más llamó su atención fue la vinculación con la investigación desde los primeros semestres. Ya como universitaria, la doctora Paola Meza tuvo que enfrentar un suceso personal que determinó su dirección profesional.
“Un par de meses después de que inicié la licenciatura a mi mamá le dio una embolia cerebral y fue muy difícil. Mis papás tuvieron que mudarse a Puebla y desde entonces pensé que quería hacer algo por las personas que sufren un desorden neurológico; eso marcó mi decisión para enfocarme en área de neurociencias y por eso elegí hacer mi tesis de licenciatura con la doctora Bertha Alicia León Chávez, quien trabajaba con la isquemia cerebral en modelos animales -la isquemia se produce cuando el flujo sanguíneo de una determinada zona del cerebro es insuficiente.”
Tras concluir la Licenciatura en Biomedicina, con eje en Fisiología, la doctora Paola Meza obtuvo apoyo del Conacyt para cursar su maestría y doctorado en la Universidad de Sheffield, en Reino Unido, donde trabajó con células madre y medicina regenerativa, específicamente modelos genéticos de epilepsia del pez cebra para dilucidar los mecanismos de las convulsiones e identificar nuevas terapias.
Como parte de su investigación doctoral, Paola Meza se enfocó en la caracterización de un modelo de pez cebra para estudiar ataques epilépticos inducidos farmacológicamente y su uso en el estudio sobre cómo la experiencia puede afectar la gravedad de los ataques. Asimismo, desarrolló una nueva línea transgénica de pez cebra que se puede utilizar como herramienta para obtener imágenes en vivo de ataques epilépticos utilizando el sensor de calcio GCaMP3. Esta experiencia le permitió colaborar con los doctores Enrico Petretto y Michael Johnson, de Duke-NUS Graduate Medical School Singapore e Imperial College London, para estudiar las funciones de un nuevo gen epileptógeno putativo en el modelo de epilepsia de pez cebra.
Posteriormente, realizó un posdoctorado en la Universidad de Calgary, en Canadá, donde siguió trabajando con el mismo modelo animal, el pez cebra. En esta institución continuó con la investigación de nuevas drogas para la epilepsia.