Como resultado de la pandemia por Covid-19 incrementó el número de personas que presentaron trastornos del sueño, como apnea e insomnio, éste último factor determinante para la alteración de humor, incremento de niveles de glucosa en pacientes diabéticos, aumento de la presión arterial y presencia de obesidad, entre otros padecimientos, advirtió Paola Dehesa Isidoro, catedrática de la Facultad de Medicina de la Upaep.
Por cada hora menos de sueño, explicó, aumenta 0.18 el índice de masa corporal y también aumenta un 20 por ciento el riesgo de problemas cardiovasculares, es decir, se eleva la presión arterial, se pueden presentar problemas coronarios, conocidos como infartos cardiacos hasta eventos vasculares cerebrales.
Desde el punto de vista médico, es importante que la persona duerma bien para mantener su sistema inmunitario, porque no dormir adecuadamente de 7 a 8 horas, disminuye en hasta un 10 o 15 por ciento la actividad del sistema inmune para defenderse de bacterias y virus y que también impactó de manera importante cuando comenzó la pandemia, resaltó la especialista.
En ese orden de ideas, comentó que, en las diferentes etapas del sueño, se tienen dos principales que son el sueño Rem y el sueño no NRem, en este último, las personas tienen el sueño profundo y es cuando realmente se está descansando, la gente se repone y es ahí en donde se segregan sustancias benéficas para el cuerpo, es decir, se producen ciertas hormonas que ayudan al sistema inmune a repararse, lo cual no se llevó a cabo durante los picos altos de la pandemia.
Mientras los mexicanos duermen en promedios 9 horas con 45 minutos en contraste los japoneses duermen 7 horas.