Las lluvias son constantes, los vientos fuertes, la ciudadanía está afectada y los vasos reguladores están en su punto más alto de capacidad.
En Puebla hay únicamente dos vasos reguladores de agua llamados: Punto Negro y Santuario; ambos controlan el ingreso del agua pluvial a las bóvedas para evitar que se abarrote y se provoque un desbordamiento en las colonias cercanas.
Con las constantes lluvias en la capital poblana, estos vasos reguladores han llegado hasta el 75% y 95% de su capacidad; Punto Negro en Diagonal Defensores de la República y Santuario ubicado en la colonia Revolución Mexicana.