Es un privilegio en el mercado de trabajo local trabajar en la planta Volkswagen, no solo por los altos niveles salariales por la mano de obra calificada, sino porque al ser una empresa transnacional los derechos laborales y libertades sindicales están protegidas por un acuerdo comercial trilateral.

Solo así ocho trabajadores despedidos de la planta automotriz VW deberán ser reinstalados el 9 de agosto, luego de recurrir al Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida del T-MEC, por lo que hicieron historia al sentar un precedente a favor de la libertad sindical en México.

Los despedidos acudieron a los tribunales laborales federales del país, pero lo batearon, y en complicidad con la empresa alemana las autoridades pretendían imponerles un bozal con un par de cláusulas de confidencialidad para silenciarlos, a cambio de reinstalarlos.

Pero han sido los socios comerciales de México, Estados Unidos y Canadá, quienes le hicieron la tarea al gobierno mexicano al obligarlo a establecer un capítulo de democracia sindical, como parte de la reforma laboral en el país, en la renegociación comercial trilateral que sustituyó al TLC.

La democratización de las relaciones laborales, la libertad de asociación sindical, el derecho a huelga, contra sindicatos blancos y los contratos de protección, la revisión de la voluntad de los trabajadores en la titularidad de la contratación y afiliación sindical, se renegoció en el T-MEC.

La avanzada en la reforma laboral no fue de ninguna manera obra de la política laboral del gobierno de la Cuarta Transformación, al contrario, el llamado sindicalismo oficial charro (Congreso del Trabajo-PRI) y de los “independientes” (UNT), se refugiaron en el gobierno de AMLO para proteger sus privilegios.

En este caso de escándalo por el despido injustificado de la decena de los trabajadores de Volkswagen que obligó a activar el “Mecanismo Laboral” del T-MEX, está involucrado el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen (Sitiavw).

Se trata del sindicato automotriz independiente más influyente en el sector, ligado al sindicalismo liderado por el charro telefonista vitalicio Francisco Hernández Juárez, cabeza de la UNT y aliado de la 4T.

Lo ocurrido a los diez trabajadores despedidos se trató de la vieja práctica del charrismo sindical de aplicar la “cláusula de exclusión” muy socorrida por la CTM y sindicatos del otrora Congreso del Trabajo contra la disidencia sindical, que abogada por la democratización y libertades sindicales.

Ni en la época de la línea dura de la política laboral de la planta automotriz aplicada por el poblano Francisco Bada Sanz (+) como vicepresidente de Recursos Humanos de la empresa automotriz Volkswagen de México, se había visto tal rudeza contra los diez disidentes del Sitiavw.

Fue posible el triunfo de los ocho trabajadores reinstalados – de los diez despedidos, uno optó por su liquidación y otro seguir el juicio por separado- en VW es resultado de una labor encomiable de la Red de Mujeres Sindicalistas, con la abogada Rosario Ortiz Magallón.

El ratificado titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Marath Bolaños López, estuvo Puebla para cumplir con el mandato del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida del T-MEC.

A ver si con eso puede Bolaños López, porque dejó un rezago de expedientes en el tiradero con el cierre de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje en el estado.

Lamentablemente desde el extranjero le enmiendan la plana al gobierno de la 4T, ya sea EU con la captura del capo mexicanos Ismael “El Mayo” Zambada, o en materia laboral con el “Mecanismo Laboral” del T-MEC, en VW.

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