“El centro de Puebla no se entiende sin Juan de Palafox y Mendoza”, así lo expresó durante su sermón el obispo auxiliar Francisco Javier Martínez Castillo en el marco de la conmemoración de la fiesta litúrgica del Beato, celebrada en la Catedral poblana.
Durante la misa en su honor, el obispo auxiliar comentó que al Beato Palafox se le debe la infraestructura con la que cuenta el Centro Histórico, ya que los espacios más emblemáticos de la ciudad fueron impulsados por quien fue arzobispo de Puebla, entre estos edificios destacan los colegios de San Pedro y San Juan, así como el convento de religiosas dominicanas de Santa Inés.
Por otro lado, el obispo auxiliar pidió por las víctimas de violencia, en su caso más reciente por el adolescente Ángel, quien fuera atacado por asaltantes, mientras viajaba con su tío en un auto Camaro, sobre el boulevard Forjadores, el pasado 29 de septiembre. Y por los migrantes asesinados por el Ejército en Chiapas.
Como parte del festejo al Beato, al término de la celebración eucarística, un grupo de seminaristas y fieles realizaron una procesión alrededor del zócalo de la ciudad y del atrio de la Catedral, liderados por un retrato del arzobispo español que está tallado en madera y alberga en su interior una reliquia de primer grado.
ADELANTADO A SU TIEMPO
Juan de Palafox y Mendoza fue un arzobispo español que llegó a Puebla en medio de una crisis de hambruna y efervescencia política; sin embargo, sus conocimientos y talento en temas religiosos, jurídicos, historia, literatura y sociología le permitieron tener un pensamiento político más sólido y comenzó a impulsar reformas y tener una visión más fuerte enfocada en la construcción.
Una de las principales edificaciones que se le atribuyen fue la construcción y apertura de la primera biblioteca pública que hoy lleva su nombre, que fue declarado como Monumento Histórico Nacional en 1981 y en 2005 se le otorgó el título de Memoria del Mundo por la UNESCO, esto por su variedad y riqueza bibliográfica.
Además, a su cargo también se edificaron el Seminario Tridentino de Puebla, los colegios de San Pedro, San Pantaleón y el Clerical de San Pablo, que más tarde conformaría el Colegio Palafoxiano.