Un incremento a los aranceles afectaría a las cadenas regionales mexicanas, pero también al comercio intrafirma, es decir, a las empresas de Estados Unidos que están produciendo en México y que, por costo y nivel de producción, no pueden trasladarse a su país de origen, aseguró el internacionalista Adolfo Laborde.
Pese al retraso en la aplicación del impuesto aduanal a las importaciones mexicanas a Norteamérica, el especialista en relaciones internacionales señaló que es necesario evitar una guerra de aranceles que termine afectando la economía de los dos países.
“En ambas naciones es necesario concientizar a los empresarios y hacer ver los efectos negativos de un aumento de las tasas arancelarias que afectarían directamente a la industria automotriz, de autopartes, la aeroespacial, manufactura, petroquímica y la agroindustrial, hay muchos sectores que se afectarían a los consumidores finales por el encarecimiento de los precios provocándonos inflación”, comentó el catedrático en entrevista para 24 HORAS.
A nivel local, el especialista comentó que Puebla sería uno de los estados más afectados por ser sede de empresas armadoras y también de pequeños talleres que, al no poder vender sus productos, provocaría una inflación en la economía local y disminuiría la generación de nuevos empleos.
“El impacto se vería reflejado en la inversión que existe y, sobre todo, en la que está interesada en el estado, porque al ver que no hay estabilidad económica, política y de seguridad, los interesados tomarán decisiones de no invertir aquí y trasladarse a Estados Unidos, aunque tampoco es sencillo porque construir una planta y tener mano de obra no es una tarea de un día para otro”, expresó.