Han pasado diez años desde la desaparición de Paulina Camargo Limón, quien estaba embarazada de cuatro meses cuando fue vista por última vez el 25 de agosto de 2015 en Puebla. Su caso, uno de los más emblemáticos en materia de violencia de género y desaparición de mujeres en México, sigue sin resolverse plenamente.
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La fiscal especializada en Violencia de Género, Karla Michelle Salas, reconoció que aún no se ha reunido toda la información necesaria, aunque la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) trabaja en coordinación con otras entidades federativas para esclarecer los hechos.
El presunto responsable es José María N., novio de Paulina, quien enfrenta un proceso legal. Sin embargo, actualmente está pendiente un amparo que podría retrasar la sentencia definitiva, aunque las autoridades confían en que pronto se fijará fecha para el juicio.
La madre de la joven, Rocío Limón, ha exigido justicia durante una década, pidiendo conocer la verdad sobre el paradero de Paulina y de su bebé. El caso ha generado indignación social y se ha convertido en un símbolo de la exigencia de justicia para las mujeres víctimas de feminicidio y desaparición en Puebla.
Este caso, que hoy cumple 10 años sin resolverse, refleja los desafíos que enfrentan las autoridades en la investigación de crímenes contra mujeres en México, y mantiene viva la exigencia de justicia por parte de la familia y colectivos feministas.
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