El reciente descubrimiento de huellas de dinosaurio en Tehuacán ha encendido el interés científico y social en Puebla, luego de que especialistas del INAH confirmaran la presencia de icnitas con una antigüedad aproximada de 120 millones de años, correspondientes al Cretácico Inferior. El hallazgo, reportado por pobladores tras las intensas lluvias en Atexcal y Tehuacán, emergió en la junta auxiliar de Santa Ana Teloxtoc, dentro de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán, uno de los corredores naturales más importantes del país.
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De acuerdo con Iván Alarcón Durán, responsable de Paleontología del INAH Puebla, las precipitaciones han erosionado los sedimentos y permitido exponer testimonios fósiles que revelan cómo era la región hace millones de años. El equipo identificó huellas de dinosaurios herbívoros, carnívoros y voladores en tres localidades clave: Santa Ana Xaloxtoc (Tehuacán), Santa Catarina Tehuixtla (Atexcal) y San Lucas Teteletitlán (Atexcal). En cada zona se registraron entre cinco y veinte huellas distribuidas a lo largo de riberas y barrancas.
Los especialistas destacaron la posible presencia de terópodos de gran tamaño, probablemente de la familia Allosauridae, así como rastros de dinosaurios bípedos carnívoros y posibles pterosaurios, especies voladoras que dominaron el cielo mesozoico. Además, los estratos recién expuestos revelaron abundancia de moluscos como caracoles, turritelas y trigonias, e incluso restos de maderas fosilizadas, similares a los depósitos estudiados en Barranca del Río Magdalena y San Juan Raya.