Si una duda tiene en la cabeza el gobernador electo Antonio Gali Fayad es quién se hará cargo de la Secretaría General de Gobierno durante su administración, dependencia que es clave para la gobernabilidad de la entidad.
Inicialmente se manejó el nombre de Javier Lozano Alarcón como el hombre para hacerse de la dependencia encargada de la gobernabilidad y cabeza del gabinete estatal; no obstante, desde hace varios días el senador de la República se ha descartado para ocupar esta posición.
Lozano busca convertirse en jefe de la Oficina del gobernador, una posición de menor desgaste, la cual le permitiría pelear por la candidatura del PAN a la gubernatura del estado en 2018. En caso de no obtener esta posición, Lozano está dispuesto a terminar el Senado de la República y desde ahí analizar sus posibilidades.
Precisamente, Gali busca para Gobernación un personaje sin aspiraciones políticas que pueda dedicarse de tiempo completo a trabajar el tema, el cual es una prioridad para su administración, sobre todo ante el embate del crimen organizado en varias zonas cercanas a la entidad y en los estados vecinos.
Bajo esta lógica, en los últimos días crece en el círculo cercano a Gali optar por la continuidad de un personaje que en cierta medida le ha dado estabilidad a la posición de la Secretaría General de Gobierno.
Se trata del oaxaqueño Diódoro Carrasco Altamirano, quien está al frente de esta dependencia y quien cuenta con toda la experiencia del mundo. Pero, lo más importante: no tiene aspiraciones políticas en Puebla.
El exgobernador de Oaxaca y exsecretario de Gobernación en el sexenio de Ernesto Zedillo ha sido prácticamente todo en su actividad política, no busca nada en Puebla y al menos públicamente no se le conoce que apoye a algunos de los candidatos a suceder a Gali Fayad.
Se ignora si Carrasco tiene o no intención de mantenerse en Puebla, pues también se menciona que puede ser un excelente cabildero para el gobernador Rafael Moreno Valle, quien tiene aspiraciones de convertirse en el candidato del PAN a la Presidencia de la República.
No hay que perder de vista a Diódoro; es de los pocos que puede repetir en el cargo, por todo lo antes mencionado, pero principalmente porque, como ya lo comenté, no tiene aspiraciones políticas en Puebla y sería un secretario de Gobernación de tiempo completo, como lo requiere Puebla.
La molestia de Gali
Mal, muy mal le ha caído al gobernador electo Antonio Gali el abierto activismo de algunos personajes que aspiran a sucederlo, y a los cuales ve bastante adelantados.
Y es que Moreno Valle todavía es gobernador de Puebla y Gali aún no toma posesión como nuevo mandatario de la entidad y ya hay adelantados que buscan suceder a ambos personajes, lo cual –de acuerdo a las reglas no escritas de la política– constituye una falta de respeto.
El gobernador electo no ha visto nada bien que algunos personajes comiencen a promoverse cuando él todavía no toma posesión de su cargo, con lo que cometen un craso error.
De hecho, uno de los pocos personajes que no ha dejado que le ganen las “prisas” es el líder del Congreso local, Jorge Aguilar Chedraui, quien hace unos días hizo un llamado para respetar los tiempos del gobernador Moreno Valle y también al gobernador electo Antonio Gali.
Tal vez por esta razón, Gali comió el jueves con Aguilar Chedraui debido a que ha sido el más mesurado dentro de aquellos a los cuales “ya se les queman las habas” por suceder al gobernador electo.
Dos años todavía es mucho tiempo, por lo que los adelantados deben recordar que “no por mucho madrugar amanece más temprano”.
Mucho cuidado deberán de tener quienes aspiran a suceder a Gali, un ortodoxo en torno a las formas de hacer política y con quien se cometería un grave error si se le trata de ningunear.