Morena y la unidad simulada

Luego de varios días de dimes y diretes, el alcalde José Juan Espinosa Torres y el diputado federal Rodrigo Abdala Dartigues decidieron aparecer en público con la finalidad de poner fin a la percepción de desunión en Morena. Lo cierto es que la fotografía difundida donde aparecen los dos es sólo una simulación. Y es que las diferencias entre ambos tienen su origen en dos situaciones: sus propios intereses rumbo al 2018 y a una disputa nacional en la que se encuentran inmiscuidos los principales líderes pejistas. La lucha, por cierto, es harto conocida por Andrés Manuel López Obrador, quien se ha hecho de la “vista gorda”. ¿Será?

 

Publicidad espontánea

El coordinador de la bancada del PRD en el Senado de la República, Luis Miguel Barbosa Huerta, se convirtió ayer en trending topic en redes sociales. Sin embargo, su presencia tanto en la empresa de Mark Zuckerberg como en la red de los 140 caracteres no se debió a sus logros legislativos o a una exitosa gestión. El poblano fue el personaje favorito para la creación de decenas de memes debido a que con motivo de Un Día Sin Automóvil acudió al recinto legislativo a bordo de una motoneta eléctrica. Circulaba tan feliz que despertó el ingenio de muchos internautas. ¿Será?

 

Aprietos camoteros

Si alguien quiere ayudar a los hermanos Jesús y Carlo Hugo López Chargoy, dueños de La Franja, lo mejor sería regalarles una limpia en Catemaco. A los pésimos resultados de la escuadra poblana ahora se suma una deuda millonaria por la disputa de los derechos del jugador Christian Daniel Campestrini. El club Olimpia, con sede en Paraguay, ganó ante la Comisión del Estatuto del Jugador de la FIFA un pleito que obliga a los directivos camoteros a pagar 200 mil dólares (3.9 millones de pesos) más intereses del 5% y el coste legal. El único problema es que no hay dinero para pagar. ¿Será?

 

Apoyo innovador

A contracorriente de una tendencia mundial que considera a la vejez como una carga social, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla decidió impulsar un innovador proyecto para uno de los sectores más vulnerables: los adultos mayores. La apuesta consiste en la apertura de programas licenciaturas para que se inscriban todos aquellos que quieran, ya sea para concluir estudios o iniciarlos. La decisión del rector Alfonso Esparza Ortiz no sólo resulta vanguardista sino que cumple con mucho tino la obligación de la responsabilidad social de la máxima casa de estudios estatal con la sociedad. Enhorabuena.

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