Las Serpientes

Por Ricardo Morales Sánchez 

 

Bien reza el viejo y conocido refrán, el interés tiene pies y a eso obedece el activismo y la supuesta unidad que han comenzado a demostrar un grupo de los actuales delegados federales.

Resulta que preocupados por la cercanía del 2018, año en que muchos de ellos, por no decir la mayoría, se quedará sin chamba, un grupo de delegados federales se ha dado a la tarea de comenzar a “trabajar” para buscar puestos de elección popular en el 2018; por supuesto, utilizando las estructuras de la diferentes dependencias a su cargo.

Entre este grupo se encuentran el delegado del IMSS en Puebla, Enrique Doger Guerrero, el autor intelectual de las llamadas “ferias regionales” que no son sino una promoción disfrazada del funcionario para poder tener presencia en las principales cabeceras distritales del estado.

La idea de Doger, quien busca ser candidato a la gubernatura por el PRI o por otra fuerza política, fue secundada y bien recibida por la delegada de la secretaria de Gobernación federal, Ana Isabel Allende Cano, quien busca ser senadora por Puebla, diputada federal, de nueva cuenta, o de perdido diputada local y líder de la fracción priista.

También el delegado de la Sedesol, Juan Manuel Vega Rayet, se dejó seducir por la idea y es que Vega aspira a convertirse en candidato a la gubernarura o en repechaje quedarse con el Senado o mínimo con una diputación federal y coordinar a la bancada poblana.

Ni que decir de los también delegados de la Sedatu, Román Lazcano Fernández, y del Trabajo, Vanessa Barahona, quienes también aspiran a convertirse en diputados, ya sea federales o de a perdido locales, a favor de ambos hay que decir que a diferencia de otras ocasiones, ahora si, los dos tienen una buena oportunidad.

Lazcano tiene una buena oportunidad de competir como diputado federal, si es que se decide a ir por Puebla capital, en donde casi ningún priista quiere participar, lo mismo ocurre con Barahona, quien por cuestiones de género, ahora si tendrá la oportunidad que tanto anda buscando, aunque Vanessa busca ir a la segura y tratar de amarrar una plurinominal, lo cual se ve francamente difícil.

Ya una buena parte de los delegados federales comienza a pensar en el futuro y en que si no amarran otra vez “hueso” se van a quedar sin chamba, así que por eso mismo, ahora es que comienzan a mostrar el activismo que antes no tuvieron.

No es que les interese, ahora sí, apoyar al presidente de la República, Enrique Peña, y su nula presencia en Puebla, no. Lo que mueve a los funcionarios de su administración es que saben perfectamente que muchos de ellos van a perder el trabajo en el 2018.

Todos están preocupados a excepción del “cartel de Hidalgo”, del cual ya hablamos la semana pasada, el grupo de delegados federales indolente, provenientes del vecino estado y que han tomado a Puebla como “caja chica” para la campaña de su jefe el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Tanto Rubén Aguirre Valencia como Juan José Tapia González saben perfectamente que su destino no está en Puebla sino en Hidalgo y que dependen totalmente de que su jefe, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong se haga de la candidatura del PRI a la presidencia de la República, hasta entonces sabrán su futuro.

Por lo pronto, por eso poco o nada les importa la entidad, ellos siguen en su marasmo, en la monserga en la que se encuentran la delegación de la SCT en Puebla y la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en Puebla.

En fin, como lo dijimos al inicio de la columna, el interés tiene pies y al menos para buscar su sobrevivencia, al parecer por fin, los delegados federales de Puebla, se van a poner a trabajar, la primera de estas ferias ya se llevó a cabo en Chignahuapan y seguirán otras en lo que resta del año y otras más para el 2017.

Quién sabe si les vaya a alcanzar a estos funcionarios que hoy buscan colocarse en nuevos puesto, debe de recordar que por más de cuatro año, abandonaron las trincheras y dejaron sin presencia al gobierno del presidente Peña en Puebla y también afectaron a su partido el PRI, el cual hoy tiene que enfrentar la doble amenaza del morenovallismo y de Morena de Andrés Manuel López Obrador, quien amenaza en convertirse en la segunda fuerza electoral de la entidad.

 

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