La Quinta Columna 
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

Cuando Enrique Cárdenas soñó con ser candidato de Morena, y engañó a varios diciéndoles que AMLO se lo había pedido, inició una serie de giras al interior del estado.

Su primera salida fue a la Mixteca, a la que seguramente conocía en fotografías.

Izúcar de Matamoros lo recibió como a un gringo viejo: un poco harto, con ese gesto de tedio que nunca lo abandona.

El supuesto candidato organizó entonces un desayuno para mostrar su músculo.

Al mismo acudieron varias señoras con hijos, señoras acaloradas sin marido, señoras dispuestas a escuchar lo que fuera por un buen almuerzo mixteco o una barbacoa.

En lugar de eso se toparon con algo que bien podría llamarse “desayuno continental”: café americano de máquina (frío), coctel de fruta (vieja), jugo de naranja (ácida) y triangulitos de pan Bimbo requemados para untar la mantequilla y la mermelada..

Las moscas —nada desdeñosas— poblaron el salón alquilado por Cárdenas.

Éste fue el escenario que recibió al falso candidato en su primera gira de “intercambio de ideas” con la militancia.

Dicho lo anterior, el doctor Cárdenas entró, dijo “gur mornin”, saludó de mano (hasta a dos bebés recién nacidos), se sentó —con su equipo de campaña—, le dio un trago al café y murmuró: “está helado”.

Luego, al ver el mosquerío que atacaba incesante a los bebés (no hay mosca que no ataque a los bebés), tomó un micrófono, sopló tres veces y pronunció un discurso rico en términos financieros como capital, monto, valor inicial, valor final, tasa de interés nominal y capitalización compuesta.

Las señoras desayunaban sin entender una palabra, y hundían sus ojos en las tazas de café frío.

El doctor terminó diciendo que si todos empujábamos podríamos sacar al país de la crisis.

Las señoras se voltearon a ver y movieron afirmativamente las cabezas al tiempo que alejaban a las moscas con las manos.

Cárdenas dijo entonces que si alguien estaba interesada en preguntar algo sobre su exposición que levantara el brazo.

Nadie lo hizo.

—¿Tienen alguna duda? —preguntó con su cara de aburrido.

Nadie respondió.

Visiblemente harto, anunció que pronto volvería a la Mixteca y dijo que sus auxiliares tomarían los nombres y los teléfonos de los asistentes para estar en contacto.

Las señoras terminaron de tomarse el café y agarraron su cosas, y se fueron.

El hombre con cara de aburrido no regresó como candidato de Morena.

A ellas también las había engañado.

Nota Bene: Este personaje será ahora el candidato del PAN-PRD-MC a la gubernatura de Puebla.

En la Mixteca ya esperan su regreso.

 

 

El Senador Urgido

De la columna que Jorge Rodríguez Corona publica en El Sol de Puebla retomo estás líneas felices sobre cierto senador de la República que está viviendo sus quince minutos de fuero:

“ Por cierto, (Jesús) Encinas lució algo de ese protagonismo de los políticos ‘fantoches’ y ‘ambiciosos’  que el presidente había recriminado desde el micrófono momentos atrás.

“Una vez finalizado el evento, el senador, aliado de Armenta Mier, se apresuró para tratar de conseguir una fotografía con López Obrador.

“En su paso atropellado desplazó al propio gobernador, como lo cuenta el reportero Aldo Miguel en su crónica, que tuvo que apartarse del tabasqueño cuando ambos bajaban del presídium para acercarse a la gente que esperaba, también ansiosa, una selfie con el jefe del Poder Ejecutivo que arrasó en las urnas el primer domingo de julio de 2018.”