Han pasado mas de 6 meses desde que se reconoció al COVID como un emergencia sanitaria a nivel global que ha tenido un impacto profundo en las estructuras sociales, económicas y políticas de todos los países. Algunos países han enfrentado con éxito esta pandemia habiendo incluso a eliminar el virus dentro de sus fronteras y sabiendo contener el impacto social que hubo después de iniciada esta crisis económica y financiera que estamos viviendo.

 

¿Qué ha pasado con México? Sin duda esta crisis sanitaria ha tenido un impacto profundo en nuestro país. El numero de muertos, la cantidad de desempleados y el aumento de la pobreza son evidencia empírica de que la pandemia nunca estuvo domada como lo aseguraba el presidente de la República y sus agoreros que solamente han mostrado la incapacidad del Estado de proveer las herramientas necesarias para que los ciudadanos se hayan quedado en sus casas cuando era necesario e incluso la incapacidad de dirigir las industrias nacionales para proveer a las miles de doctores, doctoras, enfermeras, enfermeros, camilleros y demás trabajadores de la salud que día a día se meten en los covideros para ayudar a los miles de mexicanos y mexicanas que han contraído el virus.

 

Desafortunadamente esto no pinta para buen rumbo, la Organización de las Naciones Unidas por medio de sus organismos especializados ha reconocido que México enfrenta una situación compleja donde no se prevé a corto plazo una reducción en el numero de contagios y el numero de muertos dada a la complejidad laboral (¡informalidad, vaya!), y la confusión de la población en cuanto a las medidas de sana distancia implementadas. También se debe destacar que se proyecta que la pobreza crezca de manera considerable en nuestro país, llevando a más de 10 millones de personas a caer por debajo de la línea de la pobreza y teniendo una recuperación económica hasta el 2025 como lo pronostican algunas instituciones bancarias.

 

Muchas catástrofes para un gobierno que ha demostrado ser incapaz de lidiar temas tan simples como el de abastecerse de medicamentos y quimioterapias para los niños que sufren de cancer. Tal vez el presidente de la República debería mandar de nuevo a hacerle una limpia a la silla presidencial, a ver si ahora si la acierta a sus otros datos. No todo es culpa del gobierno, es cierto que los mexicanos gozamos de una dieta y un estilo de vida que tiene efectos perjudiciales en nuestro organismo a largo plazo, desafortunadamente la diabetes, el sobrepeso y otros factores ponen a la población en un riesgo inminente. También es cierto que los mexicanos tardamos más tiempo en acudir a hacernos un chequeo médico ante la presencia de una anormalidad en su cuerpo. Por lo que esta tragedia ciertamente es compartida, un gobierno incapaz y de una población que ha descuidado su salud por tantos años, desafortunadamente esto es una herencia de la codicia y de la corrupción que han aquejado a nuestro país por décadas. No es tarde para evitar una tragedia mayor, la población todavía esta a tiempo de quedarse en casa y el gobierno esta a tiempo de implementar programas efectivos que permitan a las personas hacerlo, lo único que falta es determinación y compromiso por ambos lados para reducir de manera efectiva el numero de contagios y de muertes en nuestro país

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