Con el desarrollo de las tecnologías de la información se ha generado nuevos ritos mortuorios y formas de socializar la muerte. De hecho, existen espacios en digital que originalmente no estaban pensados para ese uso y que ahora se han convertido en nuevos lugares para rendir culto a los fieles difuntos.

Como ejemplo tenemos los blogs, redes sociodigitales e incluso mundos sociales digitales que aproximándose las fechas de esta conmemoración, se rinde culto a los muertos.

En el caso de las redes sociodigitales, destaca la red con más audiencia: Facebook. Al fallecer una personas —amigos, familiares y conocidos— postean mensajes que guardan las formas típicas de condolencias y pésames a la persona fallecida, así como a los familiares de la misma.

Casi siempre, los familiares más cercanos del fallecido se abstienen de escribir comentarios en esa plataforma digital, a veces tiene que pasar varias meses para comenzar a ser asiduo a las redes y exhibir un duelo.

Facebook se convierte en una libreta de pensamientos y emociones provocadas por el dolor de la ausencia, como si fuera un diario personal, pero en vez de ser íntimo y a papel, es virtual y público para cierta audiencia en la web.

Según el artículo Death 2.0: Thinking and imagining death in the Digital Age, de alguna manera, el hecho de que el perfil siga activo, produce un sentmiento de presencia de la persona fallecida, que nos produce comunicarnos con ella. Se trata de una forma inmortal de recuerdo a través de una imagen de perfil y una biografía conmemorativa que recibe visitas, comentarios y reacciones a comentarios de duelo que se actualizan periódicamente.

Cada vez es más habitual los servicios de cementerios virtuales, que con una pequeña inversión, se desarrolla un espacio digital de convivencia y de recuerdos que publican amigos y familiares a través de imágenes, audio, videos, frases, canciones, etcétera. Se trata de un blog temático personalizado que rinde tributo —y que a diferencia del ritual tradicional que se realiza en días específicos— este se puede hacer en cualquier momento, provocando un duelo oneroso interminable.

La muerte en la era digital no puede erradicar las huellas y conjunto de datos que hemos dejado durante nuestra navegación en internet y pareciera capítulo de Black Mirror con Be Right Back, pero ya existen sitios como Medium que generan un avatar recreando la imagen y el discurso de la personas fallecida con ayuda de las huellas digitales y la algoritmización de la experiencia humana.

De hecho, la empresa Fenix Begravning reveló que trabaja en desarrollo de réplicas virtuales de personas fallecidas para que con gafas de RV, familiares y amigos puedan “interactuar” con ellas. Al final, no olvidemos que las tradiciones del Día de Muertos se han ido depredando y/o actualizando conforme al cambio social.

Lo cierto es que la tecnología también ha modificado la forma en que nos relacionamos con la muerte.

Ecosistema Digital

Carlos Miguel Ramos Linares

@cm_ramoslinares