El cadáver de Liliana Lozada de Jesús, quien estaba desaparecida desde el 3 de enero de este año, fue encontrado el viernes dentro de los restos de la Hacienda Acocotla en Tenextepec, municipio de Atlixco.

Un pastor se dio cuenta que un perro llevaba una bota en el hocico, por lo que al seguirlo se percató que otros canes estaban cerca del cuerpo semienterrado, envuelto en sábanas y bolsas de plástico.

Peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE), del Servicio Médico Forense (SEMEFO) y elementos de la Policía Estatal y de la Guardia Nacional llegaron al sitio en el que estaba la mujer de 33 años de edad.

Aunque la familia llegó al sitio, no pudo verla. Sin embargo, dijeron reconocerla por los pies, las uñas pintadas y las botas.

Liliana Lozada de Jesús fue llevada a las instalaciones del SEMEFO, donde le hicieron pruebas de ADN para confirmar su identidad, además de la necropsia para conocer la causa de su muerte.

Sospechoso prófugo

La última vez que Liliana Lozada de Jesús fue vista con vida fue el 3 de enero, cuando tomo un servicio de DiDi para viajar a Atlixco, lugar donde trabajó en un fraccionamiento de Tenextepec.

Quien la contrato, un hombre que dijo dedicarse a la asesoría financiera, confirmó que ella se marchó del sitio, luego de cumplir su compromiso.

Las autoridades encontraron inconsistencias en las declaraciones del sujeto, por lo que intentaron hablar nuevamente con él, pero ya se había marchado. Ahora es el principal sospechoso de la muerte de Lozada de Jesús.

Vecinos aseguran que vieron llegar a la víctima a un domicilio, aunque no retirarse. Por su parte, las grabaciones de las cámaras de videovigilancia fueron alteradas.