Un gran esposo y padre, también un hombre cálido fue el gobernador, Miguel Barbosa, afirmó Rosario Orozco Caballero, en el homenaje que se le rindió en la sede del Poder Ejecutivo.

Recordó el camino que siguió Miguel Barbosa para arribar a la gubernatura de Puebla y, una vez en el cargo, la manera en que encaminó su gobierno haciendo frente a la corrupción eliminando los privilegios de los que gozaban las élites.

Agradeció al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, por haberle dado la confianza a Barbosa Huerta para competir por la gubernatura de Puebla en 2018.

“Él era una persona preocupado por su gente, su Puebla, adoraba a sus hijos, fue un gran padre, hijo, hombre, amigo de todos, a muchos amigos en el Senado les decía hermanitos”, resaltó, acompañada de sus hijos Miguel y Rosario.

Resaltó que Barbosa realizó cientos de labores y estuvo siempre interesado en un gobierno sin corrupción. Fue un impulsor de la ley de transparencia y de los cambios en el poder judicial, del notariado, entre otros.

Por su parte, el titular del ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, recordó la trayectoria política de Barbosa Huerta, con quien, dijo, trabajó de manera conjunta.

Reconoció la realización de la marcha a favor de la 4T orquestada desde Puebla por el mandatario poblano.

“Él estaba de senador por otro partido y lo convoqué para que se uniera y juntos logramos la transformación que necesitaba el país y que afortunadamente está en marcha y él se sumó a nuestra lucha”, afirmó.

El cuerpo del gobernador fue recibido en Casa Aguayo con mariachi bajo la canción el Rey. En el lugar, su viuda y también sus hijos agradecieron a los mariachis dicha muestra de cariño, y por unos minutos se quedaron afuera cantando. Posteriormente ingresaron a Casa Aguayo.