Sentado frente a un escritorio, el personaje desdoblado entre matraquero y funcionario de la BUAP, se alisa el cabello, se acaricia la barba. Lee y relee un comunicado en el que se anuncia que ya no será María Luisa Albores la candidata a la gubernatura de Puebla.

Horas antes, un ex funcionario del ayuntamiento poblano, quien le dio la espalda a Claudia Rivera Vivanco, sintió un vaguido, como al que le dio a López Obrador en Yucatán. Acompañado de un fuerte dolor en el pecho. Se sentó, miro hacia al cielo, justo después de que le anunciaron que se cancelaría el acto programado en las instalaciones de la máxima casa de estudios para el destape de Albores a la candidatura a la gubernatura de Puebla.

Si hubiera tenido un bote de cerveza doblado en el piso lo hubiera pateado porque la rabia, la desesperación y la orfandad política es canija, muy canija. A buena hora dejó sola a Claudia Rivera. Ahora tendrá que buscar a dónde irse a acomodar ya que cada vez más son menos los perfiles que tienen posibilidades de llegar a la final.

Hubo quien se rascó la cabeza cuando le leyeron el comunicado en el que María Luisa Albores decía algo así como “Compañeros, si creían que sí, pues resulta que no”.

Los mariachis callaron.

Una trompeta sonó desafinada.

Las mantas, los panderos, quedaron tirados en alguna oficina de la BUAP. Ahí también quedó en el suelo toda la propaganda a medio pintar. Mientras tanto, en algún periódico se enojaron, se deprimieron y hasta mandaron en su editorial decir, que los “esfínteres de los aspirantes podrían descansar”.

El director de dicho medio, quizá, en su rabia se imaginó, literalmente, los esfínteres de Ignacio Mier, Julio Huerta, Alejandro Armenta, Olivia Salomón, Claudia Rivera, Rodrigo Abdala y los que se sumen esta semana.

Vaya forma de reaccionar.

Suponemos que, bajo esa ruta, cuando salga electo el candidato a gobernador por Morena, alguno de sus reporteros le preguntará en una entrevista:

—Oiga, ¿y qué tal anda su esfínter?

Si fueran buenos periodistas están obligados a repercutir su propia línea editorial. Estaremos muy pendientes de ellos, no de sus esfínteres.

En otro lado del universo, un personaje acusado de acosador sexual acusa a la prensa chayotera poblana porque lo señalaron de ser el productor de la campaña Toca gobernadora en la que, basados en una película de ficheras, promueven la marca de Claudia Rivera Vivanco.

Dicho personaje, fue el causante de las divisiones internas del equipo de Rivera Vivanco, él maltrató, corrió, persiguió y, supuestamente, hasta acosó a una empleada del municipio. Ayer, montó en cólera cuando fue descubierto como el creador de una precampaña que parecía hecha por La tigresa del oriente.

En esta semana, se descalabraron dos proyectos y los porristas se quedaron solos, sin saber a dónde ir, porque, aunque se presumen de izquierda, ya saben que vivir fuera del presupuesto es vivir en el error.

¿Cuánto dinero habrá perdido el matraquero de la BUAP en armar todo el equipo para Albores?

¿Cuánto le habrá costado a Claudia Rivera el video en el que la atacaron por todos lados?

Perdieron tiempo y dinero.