El número de mujeres en las juntas directivas creció solo un punto porcentual en el último año, al pasar de 36 por ciento en el 2021 al 37 por ciento en el 2022.

Las compañías mexicanas han apostado por la presencia de más mujeres en las juntas directivas; sin embargo, el crecimiento se ha estancado, pues en el último año el número de mujeres en estos puestos solo creció un punto porcentual.

De acuerdo al estudio de Board Monitor México 2022, realizado por Heidrick & Struggles, consultora de empresas y principal proveedor de servicios de liderazgo, cultura corporativa y búsqueda de ejecutivos con sede en Chicago, Estados Unidos, la presencia de mujeres en las juntas directivas en el 2020 fue del 33 por ciento, mientras que en el 2021 subió a 36 por ciento y en el 2022 solo al 37 por ciento.

Aunque hay sectores donde se alcanza la paridad, como el caso de los servicios financieros con una representación femenina del 50 por ciento, en actividades como las de consumo e industriales esa presencia baja al 33 por ciento.

El estudio también reveló que las empresas mexicanas están apostando por directivos más estratégicos, con experiencia internacional y con un enfoque digital, más que con roles previos en Dirección; de hecho, disminuyó la proporción de nombramientos de directores con experiencia al pasar del 50 por ciento en el 2021 al 43 por ciento en el 2022

Esto responde a la necesidad de expandir el negocio y llevarlo a nuevos mercados, incluso abre la oportunidad de incorporar ejecutivos que podrían brindar conocimientos críticos en cuestiones de sostenibilidad.

Hoy en día, las juntas directivas de las grandes empresas mexicanas necesitan una mentalidad de crecimiento que les permita expandirse a otros mercados para crecer y diversificar el riesgo en diferentes latitudes como Estados Unidos, América Latina y Europa ante la globalización y el surgimiento de una desaceleración económica en el país. También deben considerar incorporar riesgos como la ciberseguridad, la geopolítica y la sostenibilidad, además del talento y la cultura, en sus estrategias de negocio, destacó el estudio.

De hecho, las organizaciones buscan fortalecer sus estructuras de gobierno corporativo y están sumando a sus juntas directivas a directores independientes, es decir apuestan por personas que no pertenecen a la familia y que no tienen ningún otro vínculo estrecho con el liderazgo de la empresa y que traen una visión fresca y parcial de otras industrias.

El informe también encontró un aumento significativo en la proporción de puestos destinados a nuevos directores del 18 por ciento en 2021 al 67 por ciento en 2022 y la edad media de los nuevos consejeros aumentó considerablemente respecto a 2021, pasando de 53 a 55.7 años en 2022.

El aumento se debe a una proporción significativamente menor de puestos destinados a directores menores de 45 años, lo que es consistente con la necesidad de aportar experiencia de alto nivel para revisar los cambios estratégicos, destacó el estudio.

Las empresas familiares valoran cada vez más el gobierno corporativo diverso, porque le da más tranquilidad y garantías de un buen funcionamiento y transparencia a todos los miembros, pero también porque hay un impacto financiero cuando van a salir al mercado de capital o quieren hacer una adquisición o alianza, porque las instituciones financieras ven que una compañía con buen corporativo son menos riesgosas y eso impacta en el precio que eventualmente puedan ofrecer por la compañía o en las condiciones de crédito.

El tener un gobierno corporativo fuerte tiene un impacto financiero importante y de creación de valor en la compañía, finalizó el estudio.

Por: Leticia Montagner

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