El presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para iniciar la minería a gran escala en el fondo del océano, desafiando a la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM).

El jueves, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para lanzar un ambicioso proyecto de minería en fondos oceánicos internacionales. Esta decisión tiene como objetivo la extracción masiva de minerales del lecho marino, a pesar de las advertencias de grupos ambientalistas.

El reto a la AIFM
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (AIFM), un organismo de la ONU encargado de regular el fondo marino, se ve directamente desafiado por la acción de EE. UU., que no forma parte de esta organización. La orden ejecutiva de Trump busca que el secretario de Comercio, Howard Lutnick, acelere la emisión de permisos de exploración y extracción más allá de la jurisdicción estadounidense. Se estima que esta minería podría extraer hasta mil millones de toneladas de minerales en los próximos 10 años.

Impacto ambiental y controversia
El vicepresidente de Ocean Conservancy, Jeff Watters, advirtió sobre las consecuencias negativas para los océanos si otros países siguen el ejemplo de EE. UU. En un comunicado, Watters explicó que la minería marina comercial podría afectar la biodiversidad marina de forma irreversible. Aunque nunca se ha realizado minería comercial en los fondos marinos, países como Japón y las Islas Cook ya han comenzado a explorar en sus zonas económicas exclusivas.

Perspectiva económica y objetivos geopolíticos
El gobierno de Trump argumenta que este proyecto podría generar 100,000 empleos y aumentar el PIB estadounidense en 300 mil millones de dólares en la próxima década. Además, se menciona que esta minería es estratégica para que EE. UU. no pierda terreno frente a China en la extracción de minerales clave para la fabricación de baterías y dispositivos electrónicos.

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