Versace fue adquirida por el Grupo Prada por 1.250 millones de euros. La operación marca el regreso de la icónica marca italiana a una familia de moda nacional.

La negociación inició con una cifra de 1.500 millones, pero fue ajustada a 1.250 millones debido a la incertidumbre financiera provocada por aranceles impulsados por Donald Trump.

Donatella Versace compartió en redes una imagen con Miuccia Prada y celebró el acuerdo: "Estoy encantada de que Versace sea parte de la familia Prada", escribió.

Patrizio Bertelli, presidente del Grupo Prada, expresó entusiasmo por sumar a Versace: "Nuestro objetivo es dar continuidad al legado de la marca con creatividad y respeto cultural."

Andrea Guerra, consejero delegado del grupo, afirmó que la compra representa un paso estratégico: "Versace tiene un enorme potencial que desarrollaremos con paciencia y disciplina."

El Grupo Prada está conformado por Miuccia Prada y Patrizio Bertelli, y controla también las marcas Miu Miu, Church’s, Car Shoe y Marchesi 1824.

El acuerdo con Capri Holdings devuelve a Versace a manos italianas por primera vez desde su venta en 2018. El grupo ha prometido preservar su ADN creativo.

La dirección creativa ahora está a cargo de Dario Vitale, exdirector de diseño de Miu Miu, tras la salida de Donatella Versace en marzo pasado.

La integración de Versace a Prada fortalece la presencia italiana en la industria del lujo global. Se prevé que ambas marcas mantendrán estilos diferenciados.

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