A 35 años de la desaparición forzada de Tomás Pérez Francisco, integrante del pueblo Tutunakú de Puebla, sus hijos rompieron el silencio en un acto simbólico frente al Zócalo Capitalino para exigir justicia y mantener viva su memoria.

Tomás Pérez fue un activista desaparecido en un contexto de represión contra pueblos originarios y movimientos sociales. Sus hijos señalaron que su desaparición dejó heridas que aún no cierran, y aseguraron que “se resisten al olvido”.

Durante el homenaje, destacaron que, aunque hoy existen avances en búsqueda de personas desaparecidas, hace 35 años no había infraestructura, caminos accesibles ni transporte, lo que dificultó incluso presentar la denuncia, que fue atendida medio año después.

La familia denunció que han crecido sin respuestas, pero con la convicción de que este crimen no debe quedar en la impunidad. También hicieron un llamado a las autoridades de derechos humanos, como la Comisión Nacional de Búsqueda y la CNDH, para que asuman su responsabilidad y atiendan la violencia estructural que enfrentan los pueblos indígenas.

El evento fue acompañado por el colectivo Voz de los Desaparecidos en Puebla, que respaldó la exigencia de justicia y reiteró la necesidad de políticas públicas eficaces para combatir la impunidad y garantizar la no repetición de estos crímenes.

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