El mundo católico recibió con júbilo la elección del papa León XIV, cuyo nombramiento fue anunciado con humo blanco desde la chimenea del Vaticano este 8 de mayo de 2025.
Miles de fieles presenciaron el momento en la plaza de San Pedro, donde el cardenal Robert Francis Prevost, originario de Perú, fue presentado como nuevo obispo de Roma.
El nuevo papa dedicó su primer mensaje a la paz, la unión y la Virgen María, elementos simbólicos de su misión pastoral en tiempos de tensión global y crisis humanitaria.
Su elección ha sido interpretada como un llamado urgente a la justicia social y la reconciliación, elementos presentes en su decisión de adoptar el nombre León XIV.
En este contexto, el Dr. Alejandro Ortíz Cotte, académico jesuita y coordinador en IBERO Puebla, analizó el perfil del nuevo pontífice ante los desafíos del siglo XXI.
Ortíz Cotte subrayó que el papa deberá adaptarse a los signos de los tiempos, en un panorama marcado por guerras, polarización y temores sobre el rumbo de la humanidad.
“Hoy más que nunca se requiere una figura con liderazgo espiritual que actúe con firmeza por la paz, el diálogo y la dignidad humana”, señaló el académico jesuita.
El Dr. Ortíz recordó que la figura del papa no sólo es religiosa, sino también moral y política, capaz de influir en debates globales sobre migración, pobreza y derechos humanos.
La IBERO Puebla, como parte de la comunidad educativa jesuita, promueve la reflexión crítica sobre estos acontecimientos históricos que impactan profundamente la vida pública y espiritual.