León XIV interrumpió su homilía dominical para lanzar una fuerte crítica contra un modelo económico que, según él, excluye a los pobres y devasta el medioambiente global.
La ceremonia se realizó ante 200 mil personas, según las autoridades italianas. Estuvieron presentes líderes internacionales como Dina Boluarte, presidenta de Perú, y JD Vance, vicepresidente estadounidense.
Durante su discurso, el pontífice advirtió sobre un mundo donde aún persisten el odio, la violencia y el miedo a la diferencia, impulsados por un modelo que privilegia el consumo.
El nuevo Papa, de origen peruano-estadounidense, recordó su elección del nombre en honor a León XIII, conocido por su encíclica Rerum Novarum sobre la justicia social y laboral.
Robert Francis Prevost, hoy León XIV, fue misionero y obispo en Perú por más de veinte años, lo cual marcó su visión sobre las realidades sociales y su vocación pastoral.
Previo a la misa, se reunió con la presidenta Boluarte para conversar sobre el bienestar del pueblo peruano y el rol de la Iglesia en el fortalecimiento del tejido social.
Durante la ceremonia, recibió el palio y el anillo del pescador, emblemas del nuevo pontificado. La Plaza San Pedro se llenó de simbolismos y gestos de cercanía al pueblo.
León XIV pidió una Iglesia guiada por la caridad, la unidad y la gratitud, e insistió en su misión de actuar como puente entre los pueblos más necesitados y el poder.
Antes de iniciar la liturgia, saludó a miles de fieles desde el papamóvil, entre ellos personas como Inacia Lisboa, quien viajó desde África solo para verlo en el Vaticano.
Con este mensaje, León XIV marca una nueva etapa del Vaticano, centrada en el compromiso con los excluidos, la dignidad humana y una firme postura ante las crisis estructurales del presente.