El ambientalista francés Rémi Parmentier, uno de los fundadores de Greenpeace, falleció el jueves 26 de junio en Madrid, España, a causa de un ataque al corazón, según reportes de su familia.

Parmentier dedicó más de cuatro décadas de su vida a la defensa del medio ambiente, con énfasis en la protección de los océanos y la lucha contra la contaminación. Fue una figura clave en la expansión de Greenpeace Internacional, promoviendo la apertura de oficinas en Francia, España y América Latina.

Durante su trayectoria, desempeñó el cargo de Director Político de la Unidad Estratégica y Política de Greenpeace, desde donde lideró campañas internacionales que contribuyeron a la prohibición mundial del vertido de residuos nucleares e industriales en el mar.

Además de su labor en Greenpeace, Parmentier fue director fundador del Grupo Varda, una consultora dedicada a proyectos relacionados con gobernanza oceánica, acción climática, política marina y la lucha contra la corrupción ambiental.

Entre sus aportaciones más destacadas se encuentra la creación de la plataforma Let's Be Nice to the Ocean, enfocada en promover conciencia y acciones concretas para conservar los ecosistemas marinos.

En 2006, impulsó la primera Asamblea Mundial sobre Trabajo y Medio Ambiente, un espacio donde se abordaron los retos que enfrenta la humanidad frente al cambio climático y la explotación de recursos naturales.

A lo largo de su carrera, Rémi Parmentier colaboró con diversos gobiernos, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales, participando activamente en foros de política ambiental.

Su muerte representa una gran pérdida para el movimiento ambientalista global. Colegas y activistas han reconocido su legado como un pionero que inspiró a generaciones a defender la vida en la Tierra.

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