Las inundaciones en Texas se convirtieron en una tragedia humanitaria, dejando al menos 52 muertos, cientos de damnificados y 27 niñas desaparecidas en el campamento Camp Mystic, a orillas del río Guadalupe.
La emergencia comenzó la madrugada del viernes, cuando lluvias torrenciales provocaron un crecimiento abrupto del río, que pasó de 2.3 a nueve metros en menos de tres horas. Esta cifra lo posiciona en su segundo nivel histórico más alto.
En el condado de Kerr, autoridades confirmaron la muerte de 15 niños, mientras que 27 menores hospedadas en el campamento cristiano aún no han sido localizadas. Se teme que varias hayan sido arrastradas por la corriente.
El gobernador Greg Abbott declaró estado de desastre en 20 condados, incluido Travis, donde se reportan 13 desaparecidos y cuatro víctimas mortales. En Burnet, se confirmaron dos muertes adicionales.
Más de 900 personas han sido rescatadas, algunas aferradas a árboles o estructuras para evitar ser llevadas por el agua. Las labores de búsqueda y rescate continúan con binomios caninos y helicópteros.
El jefe de Gestión de Emergencias de Texas, Nim Kidd, reconoció que el pronóstico meteorológico subestimó la magnitud de la lluvia, lo que retrasó la activación de protocolos preventivos.
Expertos de AccuWeather advierten que 2024 se perfila como el año con más emergencias por riadas en Estados Unidos, señalando una tendencia alarmante de fenómenos climáticos extremos.