Desde el 24 febrero, Alemania ha recibido a más de 610 mil refugiado. El 98.4% de ellos son ucranianos, mientras que el resto son ciudadanos de diferentes nacionalidades que se encontraban en ese país cuando la invasión rusa estalló. Este panorama ha cambiado las formas de recibir a extranjeros, sobre todo en Berlín, donde se han quedado la mayor parte de ellos.

Con estas cifras, podríamos pensar que Alemania es uno de los países que más ha ayudado al país en guerra; sin embargo, Ucrania no parece estar tan contento. Y hasta el momento, el canciller Olaf Scholz no ha visitado Kiev. A pesar de que las políticas con las armas y el ejército también han cambiado.

El descontento viene después de que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirmara hace un par de semanas que el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, no era bienvenido. Esto tensó las relaciones entre ambos países, en medio de un panorama nada bueno.

Y es que Zelenski y el embajador de Ucrania en este país han afirmado en muchas ocasiones que Alemania no ha sido lo suficientemente clara y tajante con sus relaciones con Rusia. Y Kiev ha criticado una supuesta política tibia de Berlín con Moscú en los últimos años.

En realidad, todo este conflicto comienza particularmente con el excanciller alemán, Gerhard Schröder (1998 – 2005), quien es amigo y aliado de Vladimir Putin. Dentro de su mandato, se creó el gasoducto germano-ruso Nord Stream,un proyecto clave para la dependencia energética alemana, que además fue amplificada por Merkel.

Ahora bien, Steinmeier fue ministro de la Cancillería bajo su correligionario Schröder, y posteriormente titular de Exteriores de Angela Merkel, así que muchas de las decisiones y acuerdos entre Rusia y el país germano han pasado por sus manos.

De igual forma, el actual canciller ha sido duramente atacado por su cercanía con Putin, y para los socialdemócratas el hecho de Schröder continúe sus cargos en empresas vinculadas con el Kremlin es sumamente penoso.

Así que este conflicto y los intereses particulares de Alemania ponen en una posición muy compleja a Ucrania, que desde el día 1 ha exigido medidas más duras contra Rusia.

Viejos refugiados fuera 

Del otro lado, hay un tema social que aqueja Berlín. Y es que después de que la ciudad se reportara como saturada, decenas de personas que huyeron de la guerra de sus países (mayormente del medio oriente) fueron trasladadas abruptamente a otros refugios lejos de la ciudad. Esto para darle un lugar a los llegados de Ucrania. 

Es entonces cuando el argumento de que hay “refugiados que importan más que los demás” toma fuerza. Y esto cuestiona la manera en que Alemania, especialmente Berlín, ejerce las políticas de los extranjeros que llegan al país.

 

@dianegomez