Durante este fin de semana vimos un despliegue político importante alrededor de la toma de protesta del nuevo Gobernador Alejandro Armenta. Los mensajes de la cúpula política nacional fueron más que positivos para administración del oriundo de Izúcar de Matamoros. Sin embargo, la realidad del Estado puede acabar muy pronto con el ánimo de festejo y regresarnos a la realidad que todos los días viven los poblanos.
Alejandro Armenta no perderá el tiempo en luna de miel, los problemas del Estado son notorios y deberán atacarse con responsabilidad y estrategia. A pesar de los esfuerzos de la administración pasada, el último año del Gobernador Sergio Salomón fue catalogado (según la fiscalía) como el año más violento del sexenio, con más de 1,500 asesinatos en 10 meses. El Gobierno debe evitar a toda costa que el número de homicidios se rebase y Puebla obtenga un nuevo récord de número rojos. Para ello, la nueva administración estatal también debe mejorar la Gobernabilidad en los 217 municipios. Aunado a estos problemas y quizá con el mismo nivel de prioridad, deberán atender el problema de Salud que hay en todas las clínicas y hospitales del estado. Después de que el exgobernador Miguel Barbosa decidiera ningunear a los Centros de Salud con Servicios Ampliados (CESSA), la calidad del servicio de salud en el Estado se vino abajo y hasta ahora no se ha podido recuperar.
En varios hospitales y clínicas, las medicinas y los doctores brillan por su ausencia, además de la falta de presupuesto para manteniendo y pago de personal. Algo que por mínimo que se vea, está obligando a los poblanos a abandonar sus comunidades. El campo, la educación, infraestructura y la inversión a las nuevas tecnologías, son otros rubros que merecen atención inmediata. Los campesinos poblanos desde hace mucho piden ser escuchados y respetados. El campo poblano es tan importante como el sector automotriz, así que el nuevo gobierno deberá priorizar su bienestar.
En cuanto infraestructura, será interesante conocer los proyectos emblemáticos que definirán la presente administración. Esperemos que la obras que se realicen vengan con la opinión de expertos en la materia e involucren a los grandes académicos que Puebla tiene en las distintas universidades. Nos vendría muy bien tener proyectos con alto sentido social, amigables con el medio ambiente y con el respaldo de gente que lleva 30 años estudiando el tema.
En cuanto a tecnología, el nuevo Gobierno de Puebla tiene un gran reto, el emergente uso de la inteligencia artificial va a resultar incómodo para muchos políticos y gobiernos, la revolución de la IA es inevitable para las masas y con ello se podrían cambiar la narrativa gubernamental.
De mi parte solo quiero desearle éxito al nuevo gobernador, todos queremos lo mejor para nuestro estado. Que así sea.