Por: Karen Santos 

Jueves de tianguis en San Isidro, al sur de la capital poblana. A las 12 del día, con el sol en su punto más alto, el lugar estaría pletórico de gente peleando por comprar primero los insumos de la semana. Este jueves fue diferente. No se ven tantos puestos como antes, no hay tantas personas atendiendo y menos comprando. La gente luce cansada y no por el trabajo realizado, sino por la crisis. Es el Coronavirus el que está cansando a la población, a unos más que otros. A los comerciantes también y ellos padecen lo doble en esta contingencia.

Platicamos con Francisco Machorro, líder del comercio antorchista en la capital poblana, quien nos cuenta cómo les ha afectado la contingencia a los comerciantes y a los ambulantes y qué acciones han emprendido.

La mayoría de los puestos cumple con las medidas y recomendaciones que ha emitido el gobierno a través de la Secretaría de Salud, ¿cómo va la iniciativa?

FM: Para poder salir a vender, nosotros estamos tomando como medida el uso obligatorio del cubrebocas. Todos los vendedores lo deben usar. El gel antibacterial que tiene que estar en cada puesto. Todos los compañeros lo tenemos. Además, estamos haciendo que puestos que estaban muy juntos los estamos moviendo. También, un poquito por la pandemia, algunos compañeros deciden no venir por el miedo y dejamos así espacios libres para que no haya aglomeración de gente. Además, si escucha, a cada ratito les estamos pidiendo a los clientes que por favor atiendan las recomendaciones, usen el cubrebocas, el gel, la respuesta es buena, incluso algunas personas vienen con guantes.

 

En Puebla, las familias de 3 mil 500 comerciantes protestaremos

 

Un buen sector de la población hace compras en línea o compra lo necesario en tiendas cerca de su casa, ¿cómo les está afectando esta situación?

FM: Sí la vemos muy terrible. Nuestras ventas han bajado un 60 y hasta un 70 por ciento. Gracias a Dios sacamos, aunque sea, para comer. Solo eso estamos sacando. Comer es lo que nos obliga a salir, a venir digamos que en cierta manera hasta en contra de nuestra voluntad, porque nosotros sabemos el riesgo que estamos tomando, pero es más el hambre que tenemos y por eso decidimos no quedarnos en nuestras casas. Algunos compañeros la pasan peor que otros, como los que venden ropa o las chácharas, ahorita no tienen clientes, o los de la comida preparada, como la gente ya está pidiendo todo para llevar, ahorita no viene nadie.

Nosotros tratamos de ayudar a todas las colonias aledañas para que ellas vengan a comprar cosas baratas y de calidad, verdura, fruta, carne, pollo, huevo. No puede ser posible que los centros comerciales, las cadenas, hayan incrementado sus precios de los insumos básicos y ahora salgan con que levantaron sus ventas más del 50 por ciento. ¿Qué quiere decir? Que el gobierno los está ayudando. Walmart está cerrando a las 11 de la noche, Soriana lo están dejando cerrar a las 10 de la noche, y a nosotros nos quieren quitar nomás así. ¿La gente dónde va a ir a comprar? Quieren que no salgan una semana, dos semanas de su casa y ¿qué van a comer? Aquí pobremente vienen a comprar para surtirse y no salir después; si le cierran los tianguis, las tienditas a la gente, los están orillando, obligando, a ir a esos centros comerciales y cuántos pueden ir, ahí sí yo digo que va a haber más delincuencia, más robo, hasta saqueos y más tiempo en la calle.

El gobernador del estado dio un plazo de tres días para retirar al ambulantaje de las calles, ¿qué opinan de esta medida del mandatario morenista?

FM: El gobernador es una persona insensata, una persona que no comprende la situación del pueblo, porque hasta el momento no nos ha dado algo que pueda ayudar a nuestra familia, como ayudarnos económicamente, una despensa, a la gente de las colonias no nos ayuda; nosotros tenemos que pagar luz y ahora que ya subió, tenemos que pagar una renta, tenemos que darle de comer a los niños, tenemos que pagar el agua. ¿Quién nos va a ayudar a pagar todas nuestras necesidades? ¿Quién nos va a ayudar? ¿El gobierno? Con estas acciones de quitarnos de nuestros puestos y, encima, de no ayudarnos con nada, lo que está haciendo es llevarnos a la ruina.

 

En Texmelucan ya emplearon a la fuerza pública para retirar a los ambulantes, ¿creen que eso pueda pasar con ustedes?

FM: Nosotros tuvimos una junta con los representantes del ayuntamiento y lo único que nos dijeron fue: ‘levántate porque si no el gobernador va a reprimirte’. Así, con esas palabras. Nos dijeron: ‘nosotros te estamos avisando que te levantes porque el gobierno del estado los va a reprimir con la fuerza pública’. Nosotros qué decimos, que nos quieren espantar. Porque si nos meten al bote, pues yo digo que en la cárcel por lo menos nos han de dar frijoles acedos, pues iremos a comer allá, se escucha feo, pero ahí tendremos algo seguro, pero si nos quitan, si nos meten a nuestra casa, nosotros qué vamos a comer.

 

En este tianguis hay al menos 300 comerciantes que están adheridos a su organización, si llegado el momento, les quitan su lugar de trabajo, ¿qué acciones tienen contempladas?

FM: Yo siento que lo que está haciendo el gobernador es algo insensato y si es necesario manifestarnos, si es necesario enfrentarse con la policía por vender o por comer, lo vamos a hacer; nosotros nomás queremos que nos dejen en paz, sabemos el riesgo que estamos corriendo, lo sabemos, pero es más grande el hambre que nosotros tenemos; ahorita ya se viene el pago de la luz, el agua, la renta. ¿Quién nos va a ayudar a pagar? Dice el gobierno que está dando ayudas, pero yo no veo nada, pregúntenle a la gente que aquí está, a los clientes, que ¿quién los está ayudando, quién nos está ayudando? No se ve ayuda de nadie, ni del municipio ni del gobierno del estado. Lo único que se ve son agresiones, amenazas de aventarnos a la policía para levantar los tianguis, que primero se pongan a ayudar al pueblo y luego que lo repriman, pero no nos pueden hacer las dos cosas, reprimir, golpear y también quitar, no se puede, quién nos va a mantener.

En este tianguis somos 300, en la capital en total somos alrededor de 3 mil 500. No saldríamos 3 mil comerciantes, saldríamos 3 mil familias, alrededor de 12 mil gentes que pelearían en contra del gobernador por comida, por hambre, no peleamos otra cosa, si el gobierno quiere que nos encerremos, si el gobierno le dice a la gente que se encierre, pues que le dé de comer, que le ayude, yo no estoy en contra del encierro, estoy en contra de que no nos dan nada de apoyo ni nada que nos pueda consolar para poder sostener a nuestra familia.

 

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