En un estudio del Instituto Belisario Domínguez (IBD), del Senado, se planteó que una vez superada la emergencia sanitaria por COVID-19 se requiere de una discusión profunda que incluya reformas que permitan enfrentar las causas subyacentes de la fragilidad del sistema de salud y de las finanzas públicas nacionales, como es el caso de una reforma fiscal.

“En la mitigación de los efectos negativos de la crisis económica generada por la pandemia de COVID-19, se requiere de la implementación y coordinación de medidas de política fiscal, monetaria, financiera y prudencial”, de acuerdo con la investigación.

En el estudio titulado “Medidas de contención y de política económica ante la pandemia de COVID-19 en México”, de la Dirección General de Finanzas del IBD se argumenta que según diversos especialistas e instituciones financieras, ello “reduciría los riesgos de que la crisis económica se convierta en una crisis financiera”.

Se hace un recuento de las medidas de contención (como la suspensión de eventos públicos, restricciones al transporte y a las actividades escolares), así como las distintas medidas fiscales, monetarias y prudenciales implementadas por el gobierno en México para hacer frente a la pandemia y a sus efectos negativos en la economía.

Refiere que entre las medidas fiscales adoptadas por el gobierno identificadas por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) están el pago adelantado de la pensión universal a personas adultas mayores y con discapacidad, créditos a MIPyMEs a través de Nacional Financiera, y los diferimientos de pagos por concepto de viviendas de interés social. A nivel subnacional, algunas entidades han tomado medidas como el diferimiento de pago de impuestos, descuentos al impuesto sobre nómina y a la propiedad.

En cuanto a la política monetaria, el documento del IBD detalla que el Banco de México (Banxico) ha realizado recientemente tres recortes en su tasa de interés de referencia de 50 puntos base (pb) cada uno para ubicarla en 5.50% y que anunció 10 medidas que tienen el propósito de proveer liquidez en pesos y mejorar el funcionamiento de los mercados domésticos de crédito y divisas.

“En suma, las medidas fiscales ascienden a cerca del 0.7% del Producto Interno Bruto (PIB), y se orientan principalmente al fortalecimiento de los apoyos sociales y al gasto en salud. En tanto que las medidas monetarias impulsadas por Banxico ascienden a 750 mil mdp (3.3% del PIB) y están encaminadas a fortalecer la liquidez y estabilidad del sistema financiero y a impulsar el crédito”, indica.

Con Información de Notimex.

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