El coronavirus y los efectos de la pospandemia serán temas preponderantes en las líneas discursivas y en los planteamientos para buscar buenos dividendos en las preferencias electorales de cara a los comicios de 2021, que serán los más grandes en la historia de México, ya que, además de 15 gubernaturas, en el país se elegirán un total de 21 mil 368 cargos entre diputaciones federales y locales, así como de ediles en todos los ayuntamientos.

Para estas elecciones, el factor de la comunicación digital y su correcta aplicación en las distintas plataformas disponibles será determinante en las estrategias implementadas por los actores políticos durante las próximas campañas.

De acuerdo con estudios realizados por grandes empresas como MasterCard, Teed Innovación Tecnológica, así como publicaciones recientes en la revista de negocios de la Universidad de Harvard, la migración digital se aceleró entre dos y cinco años en distintos países de América Latina. México no es la excepción.

Además, Nielsen Ibope, compañía global de información y medición de hábitos de consumo digital, revela que durante la cuarentena, las plataformas de contenido como Facebook, WhatsApp y YouTube, entre otras, registraron un aumento de 42% en sus tiempos de navegación, generando conductas y tendencias en el consumo y consulta de información irreversibles, así como un aumento drástico en la difusión de materiales a través de las mismas, que influyen de manera directa en los usuarios a la hora de tomar decisiones.

En este sentido, la información disponible confirma que el confinamiento ocasionado por el coronavirus ha incrementado el uso de las distintas plataformas y herramientas de las tecnologías de la información, desde los mercados por Internet, hasta una navegación constante que permite la identificación de bots, cuentas y comentarios falsos, fake news y también, simulación por parte de los actores políticos.

Estas tendencias de comportamiento y uso llevarán a la modificación de las campañas políticas tradicionales, si bien se desconocen los tiempos para la implementación de un semáforo verde en la llamada Nueva normalidad y la reactivación social de manera total, los eventos masivos para mostrar músculo y capacidad de convocatoria, no son la opción para una población sensible que ha sufrido tantas pérdidas, pues estas acciones podrían representar un riesgo sanitario ante la constante posibilidad de un rebrote de contagios.

Ante esta situación, la comunicación digital es una de las pocas alternativas que pueden resultar efectivas, lo que la ha convertido en objeto de estudio para los expertos en marketing y comunicación política, pero, sobre todo, es una de las opciones más viables para quienes pretenden aparecer en las boletas.

La relevancia del factor digital en la política se ha convertido en una herramienta indispensable para ganar elecciones; desde la campaña pionera de Barack Obama, hasta las determinaciones más recientes de Donald Trump de cambiar al estratega que le dio el triunfo en 2016, debido a las pocas respuestas efectivas para atender los embates mediáticos en medio de la pandemia, colocándolo por debajo de Joe Biden en las preferencias para la presidencia de los Estados Unidos.

De manera adicional, se debe considerar que en México hay 80.6 millones de usuarios de Internet y 86.5 millones de usuarios de teléfonos celulares (75.1% de la población). El 39.3% del padrón electoral (35 millones, 838 mil 482 ciudadanos), corresponde a jóvenes entre 18 y 34 años de edad que se distinguen por ser los votantes, más conectados, identificados con las plataformas digitales y más comprometidos con las causas sociales.

A su vez, el Instituto Nacional Electoral prevé la participación de 94.8 millones de ciudadanas y ciudadanos inscritos en el Padrón Electoral; unos cinco millones más que en 2018.

Redes sociales, streaming y mensajería son las actividades en las que gastamos nuestro tiempo online, y actividades como mantenerse al tanto de las últimas noticias han aumentado su consumo en 35% entre los internautas durante los últimos meses, por lo tanto, es ahí donde las propuestas tendrían una mejor posibilidad para circular.

Considerando estos aspectos, el factor digital será el principal actor en las campañas electorales ganadoras, con la interpretación de estadísticas que lleven a una buena segmentación de contenidos, con la aplicación elementos de atracción no invasivos y genuinos basados en una correcta elección de temas bandera y palabras clave, una buena presencia en redes sociales, campañas de WhatsApp, y por supuesto la capacidad del llamado a la acción y movilización de simpatizantes que podrían disminuir, su ya escueta participación debido a los miedos latentes relacionados con el Covid-19.

Finalmente, cabe señalar que el uso de Internet y de redes sociales que concentra la mayor proporción de usuarios corresponde a los nuevos votantes, jóvenes de 18 a 24 años. El segundo grupo de edad, es de 12 a 17 años, que aunque no votan, influyen sobre sus familiares, mientras que en tercer lugar, se encuentran los usuarios de 25 a 34 años.

 

Las opiniones expresadas por los columnistas son independientes y no reflejan necesariamente el punto de vista de 24 HORAS PUEBLA

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