Cada vez, a edad más temprana, las personas utilizan celulares y dispositivos digitales móviles, lo cual plantea riesgos de seguridad y para el desarrollo de habilidades cognitivas, consideraron psicólogas consultadas por 24 HORAS PUEBLA, quienes consideraron edades entre 12 y 15 años, las adecuadas para iniciar en la telefonía móvil.

Tal es el caso de la maestra en Psicología de la Ibero Puebla, Giovana Gaytán Ceja, quien sentenció que “cada vez son más chicas las personas que ingresan al mundo digital”.

“Ya los niños tienen mucho acceso a las plataformas celulares, a tabletas, desde una edad muy joven, desde antes de la pubertad, desde antes de los 10, 12 años; son en estas edades donde son más susceptibles a acoso y otros fenómenos negativos en redes sociales”, argumentó. 

Por ello, sentenció que lo más importante es que los padres de familia estén pendientes de “si les va a dar un celular, pensar en la edad adecuada que puede ser de 12 a 15 años, y definir si van a tener acceso a redes sociales, a cuáles, ya que algunas tienen edades recomendadas”. 

Declaró que, si bien la tecnología es necesaria también lo debe ser el buen manejo de ésta. 

“Hay que estar pendientes de qué están haciendo, ver qué publican en redes; si le va a dar un celular a un menor, hay que determinar con qué fin, y nosotros como padres estar al pendiente; pero si se le da el celular sin estar pendientes de qué aplicaciones y redes usa, entonces se vuelve un factor de riesgo importante para fraudes u hostigamiento”, indicó.

En el mismo sentido opinó la especialista de la UPAEP, Ivonne Martínez Hernández, profesora de Psicología y Educación Continua, quien consideró que no se le debe dar un celular a una persona menor de 12 años y, de ser posible, hasta los 16. 

Al respecto Martínez Hernández reconoció que aún no hay consensos para la edad; sin embargo, “hay estudios y la aproximación de la edad más recomendada es alrededor de los 12 años, cosa que no pasa (…) Hay expertos que recomiendan los 12, pero otros hasta los 15 y hasta 16 años”. 

NANA DIGITAL

Desde mediados de siglo XX, se le consideró a la televisión como la “nana electrónica”, sin embargo, ese papel lo han asumido poco a poco los teléfonos celulares y las tabletas digitales. 

Hoy día, dijo que es común ver a bebés con celulares o tabletas en la calle, no saben usarlo, pero tienen el dispositivo en la carreola.

Por ello, la académica Ivonne Martínez reconoció que se ha vuelto “una niñera cómoda y digital, para mantener tranquilos a los niños”.

No obstante, alertó que esto pone a los menores en riesgo de acoso y fenómenos de asedio a los niños, principalmente en las redes sociales, además de que los contenidos no son propios

Por ello, coincidió con la postura de su colega de la Ibero, al señalar que “estos dispositivos deben monitorear si se les da a los menores; hay niños, menores que tienen acceso muy temprano, por eso se recomienda un fuerte monitoreo de sus actividades digitales.

“Que se introduzcan de manera gradual, con temas educativos y tiempos medidos de pantalla para evitar abusos en el uso”. 

RIESGO COGNITIVO

En décadas pasadas se responsabilizaba a la televisión por proyectar contenidos fragmentados que, a la larga, le restaban capacidades de concentración y atención por periodos largos a los niños; ahora, la estafeta televisiva la toman los dispositivos móviles, reconoció la especialista de la UPAEP, quien también puntualizó que las nuevas tecnologías están resultando en una baja tolerancia a la frustración.

“Genera baja tolerancia a la frustración y se alejan de contenidos largos que requieran atención prolongada, ya no lo van a tener las nuevas generaciones”, advirtió.

Abundó que, en estos nuevos medios, “hay que ver contenidos muchos contenidos en muy poco tiempo en las nuevas redes sociales, muchos son muy rápidos e inciden en la capacidad de atención y concentración, pero sobre todo en la baja tolerancia a la frustración“.

Señaló que, en redes sociales, como TikTok, los niños pasan de contenido en contenido, sin prestar atención y todo el día están viendo distintos videos, lo que genera actitudes psicológicas por el consumo veloz de contenidos, afecta la capacidad de concentración por tiempos largos y esto va a la parte cognitiva, porque es un consumo de alta velocidad y simple”.

Reiteró que los niños y jóvenes “se están habituando a microcontenidos, veloces y hacen que retengan menos; consumen muy veloz y al llegar al espacio análogo educativo, el menor ya no se habitúa”.

Por: Arturo Cravioto

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