PABLO RUIZ 

Gonzalo Juárez Méndez, el secretario General del Sindicato Benito Juárez del ayuntamiento poblano, convirtió el gremio en un sindicato blanco de protección con alcaldes de Morena y PAN.

Lo hicieron líder sindical porque “se sacó la rifa del tigre” durante la administración de Tony Gali Fayad.

Un día, Juárez Méndez ocupaba su lugar como buen “gutierritos” en una oficina en el ayuntamiento.

En ese momento había decidido el círculo de colaboradores de Gali Fayad echar de la secretaría general a Israel Pacheco Velázquez; era el año 2014.

En ese proceso se cuestionó el equipo del alcalde quién sustituiría a Pacheco, y en ese momento uno de sus funcionarios de primer nivel salió de su oficina y encontró en su lugar de trabajo a Gonzalo Juárez Méndez, lo llamó y le dijo: tú serás el nuevo líder sindical.

El funcionario galicista le puso un saco al gris empleado municipal, le “armó” el comité ejecutivo y llevó a Juárez Méndez a registrarse como nuevo secretario general; salió del Tribunal de Arbitraje con la toma de nota (registro legal), impuesto por el patrón.

Pacheco Velázquez había sido detenido por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito, extorsión y secuestro; fue destituido del cargo y desconocido su comité ejecutivo.

Desde esa fecha hasta la actualidad, el dueño de la franquicia sindical en la que se convirtió el Sindicato Benito Juárez es propiedad del exfuncionario de Tony Gali.

Este exfuncionario municipal hizo del sindicato una franquicia de su propiedad que rentó a Gonzalo Juárez y al gremio Benito Juárez como sindicato blanco de protección a los alcaldes del PAN, Eduardo Rivera Pérez (en dos periodos), a Claudia Rivera Vivanco y Pepe Chedraui, ambos de Morena.

Además, como parte del “contrato” del sindicato de protección, tienen derecho a un asiento en el Cabildo poblano con un regidor, incluso lo ocupó Gonzalo Juárez, y designaron a otra… persona en la planilla de Chedraui.

Además de sus negocios con el Gobierno municipal con una empresa de seguridad privada, el ex funcionario ofrece como plus de la “renta” del sindicato, la titularidad del contrato colectivo para tener a raya a los sindicalizados.

El dueño del sindicato modificó el estatuto para permitirle la reelección vitalicia a Juárez Méndez para evitar trabas de elección de dirigentes, porque afectaría el “negocio” de propiedad.

Contrario a la democracia sindical, el Gobierno emanado de Morena, dizque de “izquierda”, permite el cacicazgo sindical, el control y acoso laboral. 

Los privilegios y las prebendas a Gonzalo Juárez le han permitido un enriquecimiento ilícito con las cuotas sindicales, el jineteo de la caja de ahorro y de las prestaciones de los sindicalizados.

Una de las manifestaciones del cacicazgo sindical de Juárez Méndez, es la aportación obligatoria de 500 pesos o más por cada sindicalizado en las respectivas dependencias para la comida y el costoso regalo, al gusto del “charro” sindical, para festejarle anualmente su cumpleaños.

Juárez Méndez decide en qué restaurantes, qué menú y qué regalos para ser agasajado; mientras disfruta de manjares en un mes de festejos, los afiliados le acompañan con platillos de cocina de fonda.

Se trata de la corrupción en las relaciones obrero patronales entre el Sindicato Benito Juárez y los alcaldes en turno (PAN-Morena) con este sindicato blanco de protección, propiedad del ex funcionario municipal galicista que lo “renta” cada trienio en paquete, incluida una regiduría. ¡Qué tal!

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