La 78ª edición del Festival de Cannes se inauguró con una mezcla de cine, protesta política y momentos emotivos. Robert De Niro recibió la Palma de Oro honorífica, entregada por Leonardo DiCaprio.
Durante su discurso, el actor atacó al expresidente Donald Trump, al afirmar que el arte es una amenaza para “autócratas y fascistas”. Llamó a Trump “presidente filisteo” y defendió la diversidad y la libertad de expresión.
El comentario surge tras el anuncio de Trump de imponer un arancel del 100 % a producciones extranjeras, afectando a la industria del cine internacional.
La ceremonia incluyó un homenaje a la fotoperiodista palestina Fatima Hassouna, fallecida en Gaza. Juliette Binoche, presidenta del jurado, destacó que “el arte es testimonio de nuestros sueños”.
Previo a la gala, más de 380 figuras del cine, entre ellas Pedro Almodóvar y Susan Sarandon, firmaron una carta en contra de la guerra en Gaza, exigiendo proteger las voces oprimidas.
Quentin Tarantino fue maestro de ceremonias. Halle Berry llamó la atención al cambiar su vestido por nuevas reglas que prohíben atuendos con desnudez total.
Además, la apertura coincidió con el juicio a Gérard Depardieu en París, condenado a 18 meses de prisión suspendida por agresiones sexuales.
Un informe parlamentario francés reciente señaló a Cannes como un evento donde se han cometido abusos sexuales. La organización respondió con nuevas medidas de vigilancia.
A pesar de la tensión, la Croisette volvió a lucir su glamour. La edición 2025 del festival promete combinar cine, controversia y reflexión ante un escenario internacional cargado de política.
La Palma de Oro será entregada el 24 de mayo, en una edición marcada por el debate global.