La infraestructura para ciclistas en la ciudad de Puebla sigue sin atender las verdaderas necesidades de quienes utilizan este medio de transporte diariamente, advirtió la activista en movilidad, Lizeth Mejorada.

Frente al anuncio de nuevas ciclovías, aclaró en entrevista que las autoridades deben acercarse a los colectivos, para escuchar sus necesidades reales, antes de diseñar más carriles confinados para bicicletas.

Aunque existe un marco jurídico que regula la construcción de obras para el transporte alternativo, en la práctica los programas de desarrollo urbano siguen privilegiando la movilidad motorizada y fomentando el uso del automóvil.

“Ya tenemos las bases de cómo se debe de realizar la infraestructura, pero muchas veces no se garantiza la infraestructura accesible”, explicó Lizeth Mejorada.

La activista enfatizó que uno de los principales retos que enfrentan los ciclistas en la ciudad es la escasa infraestructura adecuada y la falta de políticas serias de seguridad vial, ya que no existen medidas efectivas de pacificación del tránsito ni gestión de velocidad, lo cual pone en riesgo la vida de los ciclistas.

“Tenemos una deuda pendiente en materia de seguridad vial. Los siniestros contra ciclistas se previenen si se regula la velocidad de las calles”, afirmó.

¿Moda o modo de vida?

Las ciclovías poblanas están diseñadas para la atracción turística y la recreación, no para cubrir las necesidades de quienes utilizan bicicletas, scooters y bicimotos como medio de transporte diario, comentó Marcos Fragoso, arquitecto y diseñador.

“Uno de los pros de estos espacios de movilidad es, sin duda, la disminución del tráfico y el incentivo al uso de transportes alternativos; sin embargo, el diseño y la construcción de estos espacios en Puebla no están sustentados en las necesidades de las personas, sino en ser un atractivo turístico o recreativo”, explicó el arquitecto.

En entrevista con este medio, señaló que los carriles destinados al transporte alternativo no se ubican cerca de zonas residenciales ni centros de trabajo.

“Es necesario que, antes de diseñarlas, los encargados se pregunten: ¿para quién está pensada la ciclovía? ¿Qué busca este proyecto, llegar rápido y seguro, o que la gente disfrute un paseo?”, cuestionó Marcos Fragoso.

“Para que un proyecto sea funcional, es fundamental que estos espacios estén cerca de las fuentes de empleo, como corredores industriales, parques industriales o zonas comerciales de alta demanda, como lo es la Central de Abasto y otras similares, por el tipo de actividad que ahí se desarrolla”, agregó.

Por último, el arquitecto consideró que respecto a la construcción de ciclovías, la ciudad de Puebla se encuentra en vías de desarrollo.

“Una ciclovía debe contemplar el tipo de rodamiento de los vehículos, la resistencia del pavimento, la dinámica del vehículo, ya sea al frenar o al avanzar, y debe cumplir con requisitos normativos internacionales para que sea viable. No se trata solo de pintar un carril en las calles de la ciudad”, precisó.

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