A pesar de la política de “abrazos, no balazos” implementada por la llamada Cuarta Transformación, en lo que va del actual sexenio 113 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han fallecido durante la “Campaña Permanente Contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos”.
Esto de acuerdo a una respuesta de transparencia de la Secretaría de la Defensa Nacional, donde se índica que en el período del 1 de diciembre de 2006 (cuando el entonces presidente Felipe Calderón lanzó la llamada Guerra contra el Narco) al 14 de abril pasado existe un registro de 655 soldados fallecidos.
Entre los registros recientes se ubica a los fallecidos del último operativo para capturar a Ovidio Guzmán, alias El Ratón, hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, llevado a cabo apenas el 5 de enero de este año.
Durante ese evento, en el que El Ratón fue detenido, se registraron 10 militares fallecidos en la zona de Culiacán, Sinaloa, la mayoría de ellos con el rango de oficial.
En la lista de bajas aparecen un coronel de Infantería Diplomado de Estado Mayor; un mayor y un sargento de la Fuerza Especial de la Brigada de Fusileros Paracaidistas, tres capitanes y un teniente de la Fuerza Especial de Reacción, así como un soldado de la Policía Militar y otro de Infantería.
Otra baja importante ocurrida durante la Cuarta Transformación es la del general brigadier José Silvestre Urzúa, que en la lista de bajas aparece como fallecido por agresión con arma de fuego, el 24 de noviembre de 2022, en el municipio de Pinos, Zacatecas.
Desde 2006, mantener a elementos de la Sedena en la lucha contra el narco no solo ha provocado la muerte de 339 por agresiones con arma de fuego… o ejecuciones directas, de las cuales se registran 31, sino también por accidentes automovilísticos y aéreos, con 217; ahogados, con 16, y hasta dos golpes de calor y una intoxicación, entre otros incidentes en el campo.
Estrategia de abrazos
En 2012, cuando era candidato a la Presidencia de la República por segunda vez (tras haber sido derrotado en 2006 por Calderón) el actual mandatario nacional, Andrés Manuel López Obrador, dio a conocer cuál sería su política de seguridad.
“La República Amorosa es honestidad, es justicia y es amor. En el caso que nos ocupa de la violencia y de la inseguridad pública, podemos resumir: Abrazos y no balazos”, dijo el 11 de abril de ese año.
Sin embargo, tuvo que pasar otro sexenio para que López Obrador se convirtiera en Presidente de la República y pudiera implementar su estrategia.
En una de sus conferencias mañaneras, el 17 de agosto de 2022, López Obrador señaló que “nuestra estrategia requiere de tiempo porque es atender las causas, no es nada más lo coercitivo, es que haya mejores condiciones de vida, de trabajo, que haya empleo, que mejoren los salarios… aunque no les guste: abrazos no balazos, es más inteligencia que fuerza”.
Sin embargo, pese a las palabras del Presidente y su cambio de estrategia, la campaña contra el narcotráfico continúa en el territorio nacional, sumando 86 soldados fallecidos en sus primeros cuatro años de Gobierno, es decir, del 1 de diciembre de 2018 al 1 de diciembre de 2022.
Otros 27 elementos perderían la vida desde esa última fecha al 14 de abril pasado… 10 de ellos en el operativo para capturar a El Ratón en Culiacán.
En contraste, durante los primeros cuatro años del presidente Felipe Calderón, quien inició la guerra abierta contra el narcotráfico, los decesos de soldados sumaron 222, mientras que en los primeros cuatro años del presidente Enrique Peña Nieto, quien continuó con la estrategia, se registraron 133.
Análisis
Para Javier Oliva Posada, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y especialista en Seguridad Nacional, la cifra demuestra que las organizaciones criminales continúan con grandes capacidades técnicas para atacar a los elementos de las Fuerzas Armadas.
“El término adecuado se llama cadencia de fuego, ese término se utiliza con la velocidad con la que un arma corta, larga o de repetición puede disparar proyectiles, a eso se le llama cadencia de fuego”, explicó.
“Entonces hay armas con cadencia de fuego que les pueden hacer frente a las que tienen nuestras Fuerzas Armadas, que son de guerra, eso por un lado, por el otro, además de que tienen las capacidades tecnológicas, saben manejar esas armas”, agregó.
El especialista indicó que los miembros del crimen organizado no tienen ya ningún límite para agredir al personal castrense y prefieren atacar a traición, es decir, cuando los militares van circulando por carreteras, brechas o atienden un llamado a la acción.
En ese sentido, detalló que los 113 elementos fallecidos durante este sexenio son un reflejo del cambio en el adiestramiento para el combate y destacó que buena parte de las actividades de los criminales se desarrollan ahora en centros urbanos o semiurbanos. lo cual requiere un ajuste en la capacitación militar.
Patrullajes malogrados
En el marco de la Campaña Permanente Contra el Narcotráfico y la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, también han ocurrido incidentes ajenos a los enfrentamientos con el crimen organizado, pero que se registraron debido a que el Ejército realiza actividades de seguridad pública en lugar de permanecer en los cuarteles.
Por ejemplo, en los registros entregados por la Sedena vía transparencia, aparecen ocho soldados fallecidos tras haber sido arrastrados por la corriente de un río.
Dicho incidente ocurrió el 10 de junio de 2017, en San Miguel Totolapan, Guerrero, cuando un capitán, dos sargentos, un cabo y cuatro soldados de la Policía Militar se encontraban realizando tareas de apoyo a la seguridad pública.
Cerca de las 6:20 horas de ese sábado, y luego de fuertes lluvias durante la madrugada, los elementos fueron sorprendidos y arrastrados por una avalancha de piedras, ramas y lodo.
Otro evento ocurrido durante patrullajes fue en Jimenez, Tamaulipas, cuando un teniente, un sargento, dos cabos y tres soldados fallecieron en un accidente automovilístico, el 6 de noviembre de 2022.
Cumpliendo el deber
Estas son algunas de las causas de decesos de soldados en el marco de la llamada Guerra contra el Narco, desde el 11 de diciembre de 2006:
Agresiones con arma de fuego: 339
Ejecuciones: 31
Accidentes automovilísticos: 158
Accidentes aéreos: 59
Ahogados: 16
Atropellados: 9
Golpe de calor: 2
Intoxicado: 1
Deshidratado: 1