De concretarse, la apertura adelantada del mercado enfrentará retos como la pesada carga fiscal sobre los combustibles, falta de infraestructura e inseguridad

 

Por Mario Alavez

La eventual liberación de los precios de las gasolinas a partir de 2017, un año antes de lo previsto, no implicará una disminución inmediata en el precio de la gasolina a niveles como los que actualmente existen en Estados Unidos, donde rige la oferta y demanda y es 31% más barata.Para algunos especialistas esto podría tardar incluso décadas.

De prosperar la propuesta, que Hacienda pondría a consideración del Legislativo, el precio podría subir 9% respecto a su nivel actual. Según cálculos de Finamex Casa de Bolsa, el incremento en el precio ocurriría debido a que el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios por cada litro que se vende se cobraría “completo”. Para septiembre de este año, el IEPS que se cobra por cada litro representa 2.5 pesos, debido a que existe un tope para el precio máximo de la gasolina, pero cuando se abra el mercado se cobrarán 3.66 pesos por litro.

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Aunado a lo anterior, Rubén Salazar, director de la consultora Etellekt, mencionó que la inseguridad y la falta de infraestructura también serán factores que incrementen el precio de la gasolina una vez que se abra el mercado.

Por una parte, las empresas que decidan importar tendrán costos adicionales por inseguridad que oscilarán entre 10 y 15% sobre el precio del transporte. “Este costo sería trasladado al precio que pagan los usuarios”, explicó.

En segundo término, explicó que en zonas como el sureste y el noroeste del país existe muy poca infraestructura para garantizar el suministro.

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