Documentos oficiales ligan a Rogelio Cerda –que en 2007 era funcionario del gobierno de Nuevo León– con el cártel de Sinaloa
Por Mario Galeana
Entre el núcleo de priistas que rodea la campaña de Blanca Alcalá Ruiz, el delegado del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, Rogelio Cerda Pérez, ha sido, hasta hoy, el mejor librado.
Mientras la candidata priista, el dirigente estatal, Jorge Estefan Chidiac, y el coordinador de campaña, Alejandro Armenta Mier, se han batido entre señalamientos mediáticos, el neoleonés enviado a Puebla por Manlio Fabio Beltrones Rivera, presidente nacional del PRI, ha tenido en el estado una estancia casi placentera.
Con el tono azuzado por el calor del norte, Cerda Pérez parece disfrutar cada conferencia de prensa que tiene por delante. “Escogieron a cerdos por cisnes”, se le recuerda haber dicho al neoleonés entre risas, haciendo referencia a los consejeros del Instituto Electoral del Estado (IEE).
En la memoria de Cerda Pérez lejos parece haber quedado aquel marzo de 2007, cuando el ejecutado número 31 en el estado de Nuevo León guardaba un mensaje para el entonces secretario General de Gobierno.
“Mira pendejo con todo y escoltas se van a morir Rogelio Cerda junto con toda su familia y todos los funcionarios que estén contigo y el Cártel de Sinaloa. P.D. Esto va a seguir hasta que entiendas”, se leía en un recado clavado con un picahielos sobre el cadáver, según consignaron medios locales.
Cerda Pérez dejó de sonreír ante las cámaras y micrófonos. No hacía, como hoy, analogías sobre La Divina Comedia y la política. Su renuncia como segundo al mando del entonces gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, sería aducida a “ataques mediáticos” que lo vinculaban al crimen organizado.
Años más tarde, un informe del excónsul estadunidense de Monterrey, Luis Moreno, filtrado en Wikileaks sembraría dudas: entre la policía local, consignaba el diplomático estadunidense, se rumoraba “largamente” que Cerda Pérez poseía vínculos con El Cártel de Sinaloa, encabezado por Joaquín Guzmán Loera El Chapo.
Los narcomensajes
En marzo de 2007, dos cadáveres (los ejecutados número 30 y 31) aparecieron en Santa Catarina, Nuevo León, regando consigo ríos de tinta.
En los cuerpos, dos mensajes sostenidos con picahielos amenazaban y vinculaban con el crimen organizado al entonces procurador Luis Carlos Treviño Berchelmann y al secretario General de Gobierno, Rogelio Cerda Pérez.
“Procurador, no te hagas pendejo, esto va a seguir hasta que no sigas protegiendo a la gente de Héctor Huerta, al Chapo Gusman (sic) y al maricón de la Barbie... especialmente tú!!! Rogelio Cerda, hasta que caigan todos tus hijos y también para la gente de La Chiva P.D. Es solo el inicio”, decía el mensaje en el primer cuerpo, según consignó el diario El Norte.
El 21 de marzo de ese año, el crimen organizado dejó a Cerda Pérez sobre otro cadáver un mensaje más, donde lo vinculaba de manera directa con El Cártel de Sinaloa.
Para julio de ese mismo año, Cerda Pérez dimitió como segundo al mando en el gobierno estatal, “a fin de atender asuntos de carácter comunicacional que de no esclarecerse afectarían mi imagen de servidor público”, se leía en la carta de renuncia.
“El incremento en el estado de los delitos delincuenciales ligados al crimen organizado ha sido aprovechado para impulsar acciones de comunicación orientadas no sólo a la desestabilización del Gobierno, sino a hacer imputaciones sin sustento buscando afectar mi prestigio, mi seguridad personal y familiar, y la capacidad de cumplir con las altas responsabilidades que entraña el cargo que hasta hoy desempeñé”, añadía.
Wikileaks y un cónsul vinculan a Cerda con el narco
Con un nubarrón mediático sobre sí, Rogelio Cerda Pérez dejó pasar un par de años y en 2009 accedió a una curul en San Lázaro por su partido.
Sin embargo, la filtración en Wikileaks de informes de seguridad del cónsul estadunidense avivaría el caso.
En un informe con fecha del 23 de marzo de 2007, Moreno señaló al gobierno de Estados Unidos que contactos de la policía local aseguraban que Cerda Pérez estaba envuelto en actividades de corrupción ligadas al Cártel de Sinaloa y los hermanos del exgobernador González Parás.
Cerda Pérez negó nuevamente lo anterior y aseguró que, como en el 2007, se trataba de una campaña mediática en su contra.