La campaña electoral de este año sirvió para dejar en claro que al interior del PRI hay dos claros finalistas para suceder a Enrique Peña Nieto al frente de los destinos de este país.
Tanto el sonorense Manlio Fabio Beltrones como el hidalguense Miguel Ángel Osorio Chong, decidieron cuidarse mutuamente y retrasar su encontronazo para el 2018.
Las elecciones realizadas en 12 estados del país para renovar las gubernaturas así lo parecen confirmar.
A final de cuentas, como lo escribí ayer, se confirmará lo que Beltrones le dijo a Joaquín López Dóriga en aquella reveladora entrevista a inicios del proceso electoral, en abril.
Ahora, todo parece indicar que el PRI si se llevará las nueve gubernaturas de las cuales habló Beltrones y que perderá tres, lo cual dejará intactas sus aspiraciones a la candidatura del tricolor a la Presidencia de la República.
Por su parte, Osorio, al ganar de manera arrolladora en la entidad de la cual es originario, también envía un poderoso mensaje de estar más presente que nunca y con la ventaja de ser, hasta el momento, el priista mejor posicionado rumbo al 2018.
Lo que viene será un choque de trenes de pronóstico reservado durante el 2018 y es que ambos contrincantes demostraron tenerse mucho respeto. 2016 fue el primer round en el que no hubo intercambio de golpes, sólo se midieron.
Lo cierto es que la estructura construida a través de diferentes delegaciones federales como Sedesol, Sedatu, el DIF nacional y Segob, le da cierta ventaja a Osorio, pero no debe por ningún motivo bajar la guardia, porque Manlio ya demostró, y con creces, que es un auténtico sobreviviente.
Si no ocurre algo extraordinario de aquí al 2018, el PRI, al parecer, tiene a sus dos finalistas rumbo al proceso electoral de ese año en las personas de Osorio y Beltrones. Y es que personajes como el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, y el secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade Kuribreña, por más apoyos que han recibido, nomás no terminan de crecer.
Muchos me dirán que resulta adelantado hablar de este asunto, pero es parte precisamente del resultado electoral que se pronostica para este domingo.
Uff… vaya encuentro
Previo a la jornada electoral, un candidato se reunió con un personaje muy cercano al presidente de la República. Demasiado cercano, dirían algunos.
La historia no tiene pierde, pero sólo se puede contar hasta que todo se haya consumado.
Ojo con Nuño
Muchos se preguntan qué sigue, qué hay después del 5 de junio y después del 1 de febrero del 2017, muchas cosas muy interesantes.
Adelantándonos en el tiempo, como nos gusta hacerlo en esta columna, no pierda de vista al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer, quien lucha por hacerse de la candidatura del PRI a la Presidencia de la República, pero se ha quedado rezagado ante Osorio y Beltrones y más ahora que enfrenta problemas con la Coordinadora Nacional de la Educación (CNTE).
Nuño es amigo del presidente de la República; fue su jefe de la oficina de la Presidencia y un artífice del Pacto por México, que derivó en las grandes reformas del sexenio peñista.
Nuño no se va a quedar con las manos vacías; Aurelio es poblano y, aunque a muchos les parezca extraño, no sería raro verlo pronto por la Angelópolis. Tiempo al tiempo.