Mientras que Alcalá admite que gente de Prospera se ha unido a su campaña, Estefan, líder estatal, dice desconocer alguna “desbandada”
Por Serafín Castro
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Puebla, la candidata Blanca Alcalá Ruiz y el dirigente estatal Jorge Estefan Chidiac no se ponen de acuerdo. Mientras la abanderada aceptó que funcionarios de Prospera renunciaron al programa para unirse a su candidatura, el líder estatal dijo desconocer tal desbandada a favor de la abanderada priista, o si a esos incorporados se les pagó para operar a favor del tricolor.
El pasado martes, la candidata del PRI-PVEM-PES confirmó que casi un ciento de funcionarios del programa federal signaron su renuncia el 1 de mayo para promover el voto a su favor, aunque dijo que dicha operación se realiza “en el marco de la ley”.
Ayer, Jorge Estefan Chidiac dijo no tener conocimiento de tal estrategia ni del acuerdo establecido por los exfuncionarios de Prospera en el cual se estableció que el 15 de junio, una vez concluidos los comicios, serán recontratados.
Pese a sostener que “todo mundo tiene derecho a renunciar y a dedicarse a lo que quiera”, Estefan Chidiac se negó a declarar más sobre el tema del programa federal y su uso para beneficio de Alcalá Ruiz.
24 Horas Puebla reveló que un mes después del arranque de las campañas electorales por la gubernatura de Puebla, que 85 funcionarios de Prospera signaron su baja de la delegación estatal, con el acuerdo de regresar a sus plazas tras los comicios del próximo domingo.
A pesar de que renunciaron, los exfuncionarios siguieron en los municipios donde promovían el programa federal, pero ahora pidiendo el voto a favor de Alcalá Ruiz e, incluso, detalla la investigación, amenazan a los beneficiarios con retirarles el apoyo en caso de no votar por Alcalá.
En una segunda parte de dicha investigación publicada por esta casa editorial, se dio a conocer que de acuerdo con testigos y fuentes al interior de la delegación del programa Prospera en Puebla, desde noviembre pasado hubo una revisión de las vocales del programa a fin de dejar en los cargos sólo a las personas afines al Partido Revolucionario Institucional.