El incremento salarial es positivo, pero debe ir más allá de lo matemático. Es necesario adoptar una visión integral que promueva el poder adquisitivo y el bienestar del trabajador. Actualmente, este aumento no fomenta la productividad ni la competitividad. Así lo opina el líder sindical de la Froc-Croc, René Sánchez Juárez, sobre el aumento del 12% al salario mínimo que entrará en vigor en 2025.
En entrevista con 24 Horas, Sánchez Juárez destacó que este aumento sólo afecta al salario, sin considerar las prestaciones adicionales. Esto significa que sigue siendo inferior a los beneficios alcanzados mediante contratos colectivos de trabajo. “Este incremento es solo a un salario, pero no abarca áreas esenciales como la seguridad social o el bienestar general del trabajador”, señaló.
El líder sindical destacó que, aunque siempre se apoyan los aumentos salariales, es crucial reconocer que muchas y muchos trabajadores, especialmente los no organizados o sin contratos colectivos de trabajo, dependen exclusivamente del salario mínimo. Sin embargo, este salario mínimo no contempla las prestaciones necesarias para mejorar las condiciones laborales.
Es urgente que el salario deje de verse como una mercancía. Este principio debe regir cualquier política económica o laboral que se implemente, explicó Sánchez Juárez. Los aumentos salariales deben verse como parte de una mejora integral que también aborde las condiciones laborales.
Cada año se revisan los tabuladores salariales y las cláusulas de los contratos, mencionó el líder sindical. Las categorías salariales dentro de los contratos colectivos marcan una diferencia importante en la mejora de los ingresos, pero deben complementarse con políticas que incentiven la productividad y la competitividad dentro de las empresas. El bienestar de los trabajadores es clave para una recuperación económica sostenible.