Veterinarios de distintas clínicas y hospitales de la capital poblana se congregaron este martes en el Paseo Bravo, para sumarse al paro nacional para exigir justicia para el médico Héctor Hernández Cañas, asesinado en Tultepec, Estado de México, tras consultar a una perrita yorkshire, a la que no pudo salvar la vida.
Durante la concentración, exigieron un alto a los hechos violentos en contra de los profesionales del gremio, pues no son responsables de las muertes de animales.
Alrededor de las 10:30 horas, el contingente comenzó a marchar sobre avenida Reforma, para llegar a Casa Aguayo, sede del Poder Ejecutivo estatal.
Al arribar al Zócalo, frente al Palacio Municipal, los representantes de este movimiento hicieron llegar sus peticiones a las autoridades capitalinas, mediante un pliego petitorio dirigido al ayuntamiento.
Antes de llegar a Casa Aguayo, el contingente que cruzó el Centro Histórico fue bloqueado por elementos de la Policía Estatal, que instalaron vallas metálicas en la intersección del bulevar 5 de Mayo y la avenida 14 Oriente para evitar su paso.
Esto generó descontento entre los veterinarios, que buscaban demostrar su inconformidad por el asesinato del zootecnista mexiquense.
“Nosotros no somos ambulantes, somos gente preparada, no estamos improvisando y lo único que queremos es el diálogo, que nos escuchen”, señaló el médico Ricardo García Contreras, en entrevista para 24 HORAS.
En tanto, representantes del secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, salieron de Casa Aguayo para atender al gremio, que también presentó su pliego petitorio al Gobierno del estado.
García Contreras, comentó que, además de exigir justicia para Héctor Hernández y su familia, exigieron una aplicación eficaz de la Ley de Protección Animal.
“Queremos que nuestros compañeros veterinarios sean protegidos por la normatividad. La actual ley no está elaborada correctamente, a tal grado que nos señalan a nosotros como delincuentes”, indicó.
En este sentido, el médico señaló que no existen políticas públicas que garanticen la labor veterinaria en la entidad, pues deben invertir su propio dinero para comprar medicamentos, materiales de curación, aparatos de diagnóstico para enfermedades severas en animales, así como la infraestructura de sus clínicas.
Por su parte, la doctora Fernanda Cabrera declaró que los veterinarios no son criminales, cuando su principal labor es cuidar la vida de los seres sintientes.
“No puede ser que nos están matando como a simples civiles, matar a un doctor ya está muy cañón, hasta donde hemos llegado que ya no existe el respeto”, señaló la zootecnista durante la movilización de ayer.
Indicó que, dentro del pliego petitorio, los veterinarios exigen sanciones severas para quienes usurpen la profesión, así como el pago obligatorio de los servicios veterinarios, la creación de un sistema digital de padrón estatal de animales, subsidiado por el Gobierno, así como su protección legal mediante el permiso denominado Médicos Veterinarios Responsable Autorizado (MVRA), que expide el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad (Senasica), de la Secretaría de Agricultura del Gobierno federal.