Tras la muerte del Papa Francisco, la película Cónclave volvió a convertirse en tendencia mundial por su trama centrada en la sucesión papal.
La cinta, dirigida por Edward Berger y protagonizada por Ralph Fiennes, fue nominada al Oscar y ganó en la categoría de Mejor Guion Adaptado.
Basada en la novela de Robert Harris, Cónclave retrata el proceso de elección de un nuevo Papa desde el punto de vista del cardenal decano, interpretado por Fiennes.
Aunque es una obra de ficción, refleja rituales reales del Vaticano y muestra las tensiones entre las facciones progresistas y conservadoras de la Iglesia Católica.
En la película participan también Stanley Tucci, Isabella Rossellini, Carlos Diehz y John Lithgow, en un elenco que representa distintas visiones dentro del clero.
El filme comienza con la muerte de un Papa popular y progresista, lo que genera un clima de tensión en la Santa Sede.
El personaje de Fiennes atraviesa dudas personales sobre su fe mientras lidera el cónclave en medio de luchas de poder internas.
La historia se intensifica con la aparición de Vincent Benítez, un cardenal nombrado en secreto que simboliza el compromiso con los más vulnerables.
Conclave aborda temas actuales como la crisis migratoria, la intolerancia religiosa y la búsqueda de renovación en la Iglesia.
A pesar de su tono político, también plantea el valor espiritual de la elección papal y las tensiones humanas que atraviesan sus protagonistas.
La muerte del Papa Francisco reactivó el interés por esta cinta, que para muchos ayuda a entender la complejidad del cónclave.
Cónclave puede verse como una ventana simbólica hacia uno de los procesos más herméticos del catolicismo.