La helada intensa registrada este domingo 13 de abril ha generado alarma entre los productores agrícolas de la región de Tecamachalco, provocando graves pérdidas económicas por tercer día consecutivo.
Desde tempranas horas, cultivos cubiertos de hielo sorprendieron a campesinos en municipios como Quecholac, Palmar de Bravo, Cañada Morelos, entre otros, afectando miles de hectáreas productivas.
Las bajas temperaturas han causado estragos en sembradíos de legumbres, hortalizas, calabazas y maíz, considerados sustento principal de numerosas familias rurales, especialmente en esta temporada de alta producción.
Campesinos expresaron su preocupación: “Es inédito ver este tipo de heladas en primavera. Nos deja sin herramientas para recuperar lo perdido”, compartió un productor de Los Reyes de Juárez.
El fenómeno climático ha puesto en riesgo la autosuficiencia alimentaria local, mientras diversos productores advierten sobre una crisis económica y alimentaria que podría prolongarse durante los próximos meses.
Autoridades estatales aún no han emitido un plan formal de apoyo emergente, aunque el gobernador Alejandro Armenta anunció medidas en una gira realizada el sábado 11 de abril.
Durante su discurso en Tecamachalco, Armenta Mier afirmó que en próximos días comenzarán a entregarse apoyos directos a campesinos, sin precisar montos ni fechas específicas.
Los municipios más afectados enfrentan una situación crítica: cosechas perdidas, suelos erosionados por la escarcha y familias sin ingresos inmediatos ni alternativas para continuar la producción.
La Secretaría de Desarrollo Rural se perfila como pieza clave para la activación de programas que mitiguen el impacto económico y social en esta región de vocación agrícola.
Tecamachalco y municipios aledaños dependen directamente del campo para subsistir, lo que incrementa la urgencia de una intervención gubernamental inmediata ante las consecuencias de esta helada atípica.
Meteorólogos advierten que podrían registrarse más fenómenos similares debido a variaciones climáticas extremas, intensificadas por efectos del cambio climático en zonas templadas del país.
El evento natural resalta la necesidad de reforzar políticas públicas de prevención climática, asistencia técnica y seguros agrícolas que respondan con eficiencia ante catástrofes naturales.
Expertos en agroindustria recomiendan diversificar cultivos y fortalecer canales de comercialización regionales para amortiguar pérdidas cuando ocurren fenómenos climáticos inesperados como el actual.