El peso mexicano cerró la sesión con una apreciación de 0.28% o 5.3 centavos, cotizando alrededor de 18.87 pesos por dólar, tras tocar un máximo de 18.9694 y un mínimo de 18.8473.

Con este resultado, el peso acumula cuatro sesiones consecutivas al alza, con un avance de 1.56% equivalente a 29.9 centavos, impulsado por factores internos y externos.

La recuperación del peso ocurre en paralelo con el debilitamiento del dólar, que perdió 0.46% según el índice ponderado. Este indicador ha caído 1.40% en las últimas cuatro jornadas.

El retroceso del dólar se debe principalmente a la expectativa de que la Reserva Federal podría recortar su tasa de interés en los próximos meses, ante señales de enfriamiento económico.

Se especula que Donald Trump podría anunciar el reemplazo de Jerome Powell como presidente de la Reserva Federal, aumentando la incertidumbre monetaria en Estados Unidos.

Además, se publicó información económica desfavorable. Destacó la revisión a la baja del crecimiento del PIB del primer trimestre de -0.24% a -0.50%, así como una caída de 5.2% en exportaciones.

El debilitamiento del dólar también se relaciona con el anuncio del cese de la guerra entre Irán e Israel, que moderó la aversión al riesgo en los mercados globales.

En México, no se reporta un aumento en la percepción de riesgo tras la sanción a tres bancos nacionales por lavado de dinero, como informó el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Analistas prevén que el tipo de cambio podría mantener cierta volatilidad ante los datos económicos y posibles cambios en la política monetaria estadounidense en el segundo semestre del año.

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