Debido a la pandemia se redujeron los viajes en automóvil; sin embargo, los trabajadores que realizan actividades esenciales y los usuarios de transporte público que deben trasladarse a centros de trabajo aumentaron gastos de traslado, según datos de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) capítulo Puebla.

Aun cuando 108 de los 217 municipios de la entidad se mantienen en “semáforo rojo” por riesgo epidemiológico y 37 en color naranja, la necesidad de movilidad obliga a quienes tienen que salir de su casa a gastar más dinero para llegar a su destino.

El 38% de las personas que viajan aumentaron sus gastos ante la contingencia sanitaria debido a que buscan realizar el traslado de la forma más higiénica posible.

A decir de Anuar Musalem Valencia, subdirector de la AMTM Puebla, las personas utilizan más el servicio de taxi y aplicaciones como Uber para evitar aglomeraciones que aumentan el riesgo de contagio del virus. “El distanciamiento social impacta la forma en que nos movemos, pero paradójicamente se invierte más tiempo en los traslados”, destacó.

Si bien las autoridades regulan, norman y sancionan rebasar la capacidad autorizada de transporte público, además de que se ha exhortado a los usuarios a dar un esfuerzo adicional saliendo 15 minutos antes para evitar las horas de máxima demanda, la realidad es que los tiempos de traslado también aumentaron por la disminución de la frecuencia de paso del sistema de transporte público.

Incluso, quienes se quedan en casa necesitan acceso a servicios y abasto, en especial comida y medicina. Ante ello, la AMTM Puebla recomienda utilizar medios alternativos de paquetería, con sus diferentes opciones: desde el teléfono convencional hasta las aplicaciones de teléfonos inteligentes.

Para optimizar y aprovechar el tiempo fuera de casa se debe regresar a lo básico, es decir, tener una nota con lo requerido para la semana, lo que disminuye el riesgo de contagio al acudir menos veces a lugares públicos.

RIESGO ADICIONAL EN VÍA PÚBLICA

La AMTM Puebla señaló que hay situaciones de riesgo adicional durante la pandemia, ya que los peatones y conductores portan elementos periféricos (cubre bocas, gafas y mascarillas) que limitan el cono visual y son factor de percances o accidentes de tránsito, aunado a que el congestionamiento menor provoca una falsa percepción de seguridad que imprime mayor velocidad y menor atención a la vía.

También se apodera de los peatones y conductores la necesidad de un “regreso rápido” a casa o realizar actividades de forma rápida, lo que provoca distracciones.

En ese sentido, Musalem Valencia resaltó que la pandemia está rompiendo paradigmas en todo el mundo y la movilidad no es la excepción.

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