Las próximas elecciones ponen a prueba la memoria social en los contextos de la arqueología digital, pues actualmente pululan los perfiles con envestiduras partidistas contrarias a sus acciones del pasado que las instituciones políticas esperan darles una pulida y rogar por la amnesia colectiva; así los cuadros que ahora se enfilan y esperan su turno en Cholula.

Como el nuevo morenista Julio Lorenzini Rangel, que en el pasado fue un ferviente defensor del morenovallismo y años antes un fiel escudero de la trinchera cholulteca marinista, que logró formar parte de uno de los gobiernos más repudiados en San Pedro Cholula, el de Alejandro Oaxaca Carreón.

Acaso la gente no recordará ese video —aún publicado— en Youtube, donde hay tráileres de despensas llenando el balneario “El Cristo” de Antonio Lorenzini en las inmediaciones de la pirámide, y es el mismo Julio quien coordinaba la operación, acarreo y entrega de “apoyos” para condicionar el voto. Una práctica viciosa del poder que sorprendió a los mismos panistas y llenó la confianza de Rafael Moreno Valle, que después rompería con Lorenzini al descubrir su oportunismo.

Sobre Julio Lorenzini también recaen señalamientos de violencia como el presentado en la carpeta de investigación 1665/2020/UVFyDG de la Fiscalía de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos, incluso hoy esconde fotografías con Félix Salgado Macedonio y es la carta fuerte de José Juan Espinosa, otro repudiado de Cholula que basta con buscar su nombre en el ecosistema digital para recoger su negativa reputación.

Asimismo, la oposición apela a la polaridad propia de los trending topics, colocando la medalla de los éxitos empresariales a un perfil que, probablemente, desconozca el costo de la externalidad de sus empresas. En el PAN —otra vez— se la juegan por la figura empresarial “exitosa”, nostálgicos de los gobiernos de mano dura contra el proletariado, pero flexible con empresas cupulares, fiel al estilo ultraderechista que se empecina en gobernar a partir de una sola concepción de la realidad: la suya.

Paola Angón Silva no perdió el tiempo en enviar su postura al fotografiarse con Ricardo Anaya, cuando visitó la iglesia de San Gabriel, en lo que en redes llaman el #TourAnaya.

Estamos en la antesala de una elección donde la acción colectiva digital estará, por un lado, con los dinosaurios partidos políticos, que son interfaces sociales agonizantes esperanzadoras del voto ajeno a la razón; y por el otro, ciudadanos con memoria y reflexión de la acción social, sabedores que los partidos, en su arrogancia, creen que la opinión pública se moldea con encuestas.

 

Ecosistema Digital

Carlos Miguel Ramos Linares

@cm_ramoslinares